Y apareciste tu...

Mis vacaciones de pascua ya terminaban y mi madre y yo regresábamos de nuestras pequeñas pero inolvidables vacaciones en Roma,una ciudad que a mi madre y a mi nos encantaba, lo que no sabía es que íban a ser las últimas vacaciones para mi madre. Cuando llegamos a casa en Barcelona me contó que estaba enferma de cáncer y que no tenía solución. Me enfandé con ella por no habermelo contado antes no me merecía eso, le dije que me iba a pasear cogí las correas de mis perras y me las lleve conmigo a pasear por el parque cerca de casa, estaba muy triste me senté cerca de un árbol y empezé a llorar nunca pensé que a mi madre le pudiera pasar algo así y mi mente no lo llegaba a comprender.... Lloré mucho pero comprendí que si tardo tanto en contarmelo era porque no quería que las cosas cambiasen quería que fuese siempre igual... Así que me lenvanté y salimos corriendo a casa. Dejé las perras en el jardín y fui corriendo a abrazar a mi madre.

- Ay! Hija que rara eres, corazón

- ¿porque? Le repondí

- Porque no eres una persona muy cariñosa y con este enorme abrazo casi me dejas sin respiración.

- lo siento mamá

Mi madre ya tubo la cena lista y mientras cenábamos hablamps de su cáncer y le dije que iba a adelantar mis exámenes finales para poder estar más tienpo con ella. Ella me respondió que hiciera lo que quisiera que total siempre conseguia lo que quería era inútil intentar cambiarme de opinión. Eso era lo que más le gustaba de mi, porque decía que me parecía muchísimo a mi padre, cuya persona no recordaba con facilidad. Mi padre cada navidad me enviaba mis regalos y cada cumpleaños también en ese aspecto no me podía quejar eran unos super regalos. Algunos eran ya tradicionales cada año me regalaba un curso de ingles los meses de verano en el Reino Unido y algún que otro idioma, podía presumir que casi dominada esa lengua con algunos otros conocimientos de francés e italiano que estas lenguas también me gustaban, al vivir con mi madre en Barcelona también sabía el catalán y el castellano. Los otros regalos era mucho más divertidos actividades como equitación, esgrima, clases de esquí, rápel, motocross... Esta última me encantaba alucinaba con los regalos de mi padre, aunque nunca supe porqué mis padres se separaron y por ahora no lo quería saber.

Me levante de la cena para poner en el dvd la última temporada de como conocí a vuestra madre, nos encantaba, mientras hacia un resumen mental de la temporada anterior. Era mi último regalo, que me lo regaló mi amiga Ana, siempre acertaba con el regalo era encantadora. Mi madre me pidió que me sentara otra vez en la mesa hize lo que me dijo.

- ¿Que pasa, mamá?

- Bella, sabes que no tengo mucho tiempo y debes saber que cuando pase, vas a ir a vivir con tu padre y tus abuelos.

- Ahora no, ya lo sabré cuando sea necesario.

De mis abuelos solo me acordaba que eran encantadores y que siempre me reia con ellos y sobretodo de una sala azul enorme donde corroteaba y jugaba.

Durante los tres dias antes de empezar otra vez las clases, me los pasé todo el día junto a mi madre, la acompañada por todo y la ayuda en todo, aunque mi madre me decía que no importaba..., Menos las noches del domingo que eran donde mis amigas y yo quedábamos, para contarnos lo que habíamos hecho y ver una película, yo tení la intención de contarles lo que pasaba en casa y lo que tenía intención de hacer.

Sonó la puerta y supe que eran ellas les abrí la puerta y corrimos para coger el mejor sitio en el sofá. Mientras comíamos la pizza les conté lo que tenia mi madre, y que iba ha adelantar los exámanes para estar más tiempo con ella, su reacción fue normal aunque un poco triste al saber que padecia cáncer mi madre pero me prometieron que me apoyarien en todo y que si necesitaba para poder hacer los exámanes antes ellas también los harían, ya que todas éramos buenas estudiantes, cada una destacaba con algo diferente y eso ayudaba mucho a la hora de estudiar, Ana le iban muy bien las matemáticas y todas las dudas que teníamos se lo preguntábamos a ella, a Virgina la Química y Física,era una máquina, a Laura era algo impresionante con la sintaxis, sabía que era cada palabra, y yo me iba bien la historia y inglés, ya que mi padre siempre me regalaba esos cursos.

Al terminar la película ñoña, donde aparecía nuestro principe azul que en cada película era uno diferente, las acompañamos a sus casas, y nos pusimos de acuerdo para mañana, para ir a pedir hora con el director. Nos despedimos con un simple pero eficaz adiós o buenas noches!.