Capítulo 2

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Casi caigo en coma cuando me di cuenta de quien era, pero hice lo posible para no hacerlo sentir incomodo

-Señor Jackson -tenia una sonrisa boba en la cara

-Yo puedo llevarlo

-No, yo lo acompaño Ethan, no te preocupes -tome su brazo y lo lleve conmigo

Sentía como mis piernas temblaban y cada centímetro de mi piel se erizaba de saber que estaba junto a mi ídolo.

-Aquí es -paramos justo frente a la puerta del baño de hombres

-Gracias -miro mi mano tomando su brazo

Me sonroje, no quería soltarlo pero tenia que hacerlo tarde o temprano así que solté su brazo. Él se acerco a la puerta para entrar pero antes de empujarla volteo su miraba una vez a mi.

-¿Te importaría esperarme? -sonrió nervioso

Por un segundo creí que iba a desmayarme

-No, claro que no -aclare mi garganta-, te espero

-Bien -entro al baño

En cuanto la puerta se cerro tome mi tiempo para respirar y relajarme pero, ¡Dios Mio!, no solo estaba en mi escuela respirando el mismo aire que yo lo había tomado del brazo y ahora estaba esperándolo afuera del baño -respira, respira- me repetía como un mantra.

-¡No adivinas que! -Carly me asusto llegando a mis espaldas y tomándome por los hombros

-¿Qué? -reí después de pegar un salto

-Hay alguien muy importante que está visitando la escuela

-¿Michael Jackson? -me encogí en los hombros

-Si, ¿Cómo lo sabes? -hizo un puchero gracioso-, se supone que era una sorpresa

Comenzamos a reír

-Lo sé porque lo traje al baño, esta ahí dentro -señale la puerta

Me miro solo por unos segundos

-¿Qué qué piensas?

-Que esto es lo mejor que me ha pasado en la vida por mucho

-Me lo imagino -se cruzo de brazos

Creí que se iría cinco segundos después así que la mire esperando a que eso sucediera y ella lo noto

-¿Qué?

-Am... no sé, creí que ya te ibas

-¿Qué? -abrió los ojos-. No, voy a saludarlo

-No, no, no creo que sea una buena idea, no quiero que se sienta incomodo

-Pero, soy yo, no creo que se sienta incomodo -se encogió en los hombros-, es decir, soy yo

-Aja

-Bueno tú mejor que nadie sabe que lo amo más que a mi misma

-Aja

-Deja de hacer eso

-Lo siento -reí-. Tú mejor que nadie sabe que yo lo amo aún más que tú y lo dejaras en paz para que no se sienta incomodo

-Pero...

El crujido de la puerta abriéndose la interrumpió

-Vete

-Pero...

-¡Vete! -señale

-Esta bien -camino unos cuentos pasos hasta que Michael salió del baño

SpeechlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora