Capítulo 38

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Atravesé las puertas de cristal con una sonrisa poco habitual en mí desde hace un par de días, al parecer hacer las pases con Michael me había sentado bien, desde ese día me sentía más ligera, la bruma de tenerlo cerca había terminado. Di un par de paso más allá del mostrador principal cuando Dara, la recepcionista, me llamó haciéndome dar dos pasos atrás.

-Señorita Adams, el señor Jackson le dejo un recado -me entrego una tarjeta-. Y la espera en su oficina justo ahora. 

-Gracias. 

Mire la tarjeta, en ella podía leerse "Dangerous". No comprendía la referencia y tampoco quise tomarlo textual pues tendría la explicación justo cuando entrara a su oficina, pulse el botón del piso número 18. Ir a su oficina no me causaba el mismo conflicto que un par de días atrás, luego de la tormenta entre nosotros estaba llegando la calma. El ascensor se  detuvo en el piso indicado y al llegar hasta la oficina de Michael note en primera la ausencia de su asistente.

Sin demora abrí la puerta lentamente revelando una silueta junto a la ventana de espaldas y dos más una en las elegantes sillas de piel frente al escritorio y la otra detrás del escritorio "Después de la tormenta viene la calma" o tal vez no siempre.

La primera silueta en que reconocí fue la que se encontraba detrás del escritorio con las manos entrelazadas por encima de este, su rostro estaba completamente pálido se notaba lo aterrado en los ojos, era Michael, quien se encontraba al otro lado del escritorio era Maddy la asistente de mi padre, y la ultima, y mas aterradora era la de mi padre, Evan Adams. 

-Hola, cariño –volteo lentamente y estiro la mano-, ven a saludar.

Camine apenas unos metros que me hubiesen gustado fueran kilómetros.

-Hola, papá –le di un beso en la mejilla.

Me señalo a Maddy

-Hola.

Lo más seguro es que fuese ella quien le informo a mis padres que estaba saliendo con Michael, cuando algún aspecto de mi vida lograba desagradarles entonces recibía una mágica visita por parte de cualquiera.

-Hola, señorita Adams –dijo con la cara roja como una manzana.

-¿Por qué viniste?

No lo mire, si algo era cierto es que los ojos verde pardo que Evan Adams poseía eran los más amenazantes y controladores del mundo, obviamente yo como su hija había sufrido el tener que aguantar su mirada penetrante.

-Me entere de algo no muy grato para tu madre y para mí –hablo pausadamente mostrandose aún mas molesto de lo esperado-. Entendimos cuando dijiste que no querías hacer tu carrera como abogada para dedicarte a la música, entendimos cuando dijiste que preferías a Shades musix como tu disquera, pero no podemos entender el hecho de que salgas con –se reprimió-... este señor.

La cara y mirada pálida de Michael me transmitían su miedo.

-Michael –pensé o hable sin darme cuenta

Él volteo la mirada hacia a mí, tenía que darle las fuerzas para defenderse frente al ogro en quien se había convertido mi padre.

-¿Perdón?

Por primera vez en 3 meses lo mire a la cara, directamente a los ojos.

-Su nombre, el nombre de "Este señor" es Michael –reitere.

Me lanzo su típica mirada furtiva, era como tener un par de pistolas apuntando directo a la cara esperando la señal y así tirar a matar.

-A nadie le importa su nombre, de igual forma quería informarte nuestra desaprobación a esta "Relación" –recalco la última palabra y la puso entre comillas.

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