Una verdadera entrada triunfal con Lisa de mi brazo, su sonrisa y la mía eran una misma, vernos envueltos en esa aura especial, extrañaba verla, saberla cerca de mí. Nos sentamos uno muy cerca del otro, mirándonos detenidamente esperando a ver quién reía primero, como siempre, perdí.
-No cambias, Michael –me acaricio la mejilla con cariño.
-Seas o no mi esposa siempre seré el mismo –hable orgulloso.
-No –susurro-. Ya llegara quien te cambie.
Le sonreí como hace meses no lo hacía. Esa mujer, esos ojos verdes tan cautivadores. De cierto modo, ella nunca dejaría de ser mía.
-Deja de pensar en eso –me saco de mis pensamientos antes de arquear una ceja divertida, nunca iba a cansarme de sus gestos.
-¿En eso? –cuestione.
-Voy a casarme de nuevo, lo sabes –soltó una risa corta negando ligeramente con la cabeza.
-Sólo pensaba en nosotros, no voy a tratar de hacerte volver y menos a meses de tu boda –suspire-. No soy tan egoísta como piensas.
-No eres egoísta, al menos no para mí.
Tomo mi mano entrelazando nuestros dedos. Extrañaba muchos aspectos de nuestra vida juntos. Llamarla, abrazarla, ir de un lado a otro fingiéndonos personas normales, las huidas de multitudes, nuestras manos tomadas e incluso su forma tan simple de llevarme lejos de la oscuridad, ella fue mi salvación en los peores momentos de mi vida, estaba ahí justo cuando no creí poder volver a enamorarme jamás... y como todo un idiota, no pare hasta alejarla de mí, hasta verme firmando los papeles del divorcio.
-Te hice daño, no puedes negarlo. Fui un verdadero idiota. Pero estoy realmente feliz por ti ahora, no pretendo confundirte en lo más mínimo.
Era verdad, ahora sólo me hacía falta su postura de amiga, sobre todo con mi problema más reciente.
-Te quiero como amiga. Me conoces bien, sabes demasiado de mí y te valoro mucho.
Con un movimiento rápido me estrecho entre sus brazos.
-Siempre seré tu amiga, siempre estaré para ti.
-¿Ryan no va a molestarse por esto? –pregunte tímidamente. No era de todos los días estar con tu ex esposo a meses de tu boda.
-No lo creo, en todo caso debe acostumbrarse, no voy a hacerte a un lado sólo porque él lo diga, yo no voy a abandonarte.
La estruje un poco más. No me era fácil confiar en cualquiera, ella sabía tanto de mí, tanto de todo, y sin embargo, no se iba, no salía corriendo después de cada pelea, no esperaba a tener siempre la razón incluso cuando la tenía. Confiaba tanto en ella, en como sus brazos me abrigaban protegiéndome de cualquier daño, era ella, siempre ella. Nos separamos luego de varios minutos.
-¿Quieres ordenar? –dije cómico.
-Claro.
Ese restaurante era uno de mis favoritos, el trato siempre cortes, la comida deliciosa y probablemente no uno de los más lujosos, pero suficiente para llenar las expectativas.
-¿Cómo va la boda? –musite antes de dar el primer bocado a mi lasaña.
-Bien –hablo animada-. Está todo listo, ayer fui a comprar el vestido, estaba vuelta loca.
-¿Priscilla te acompaño?
-Sí, está muy emocionada por esto. Ayer recorrimos prácticamente todas las tiendas de los Angeles.
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Speechless
FanfictionTodo es tan simple como encontrar una hoja que lleva el viento, todo es tan simple como encontrar una canción perdida que logra gravarse no sólo en tu mente sino también en tu corazón. Esta obra esta registrada bajo los derechos de "Safe Creative". ...