Capítulo 14

230 18 6
                                    

Los 30 días siguientes las cosas se congelaron entre nosotros. Había veces en que me saluda y otras ni siquiera lo veía, solía mirar por la ventana con la ilusión en encontrármelo, lo imaginaba dedicándome una de esas bellas sonrisas suyas.

-¿Vas a quedarte ahí mirando todo el día?

-No –di un par de pasos atrás. Gire sobre mis latones, lo vi una vez más con la cabeza ladeada inspeccionándome con sus ojos color miel.

-¿Qué ocurre Janne?

-Nada.

-Deja de decir "Nada" –recalco la palabra-, no me gusta verte así.

Baje la mirada, desde el incidente con Michael sólo sabía culparme de alejarlo, quisiera o no me agradaba saberlo parte de mi vida y de un momento otro había logrado desplazarlo.

-Es por Jackson, ¿Cierto?

-Ethan...

-No sé la razón verdadera de su pelea, no entiendo nada, pero si te anima escuche que él también te extraña.

-¿Extrañarme?

-Quizá.

-¿En dónde escuchaste eso? –me senté en el sofá a su lado.

-Le lleve un par de borradores del proyecto. Lo escuche hablando por teléfono dijo "La extraño mucho, me gustaría verla de nuevo pronto", supuse se trataba de ti.

Reflexione sobre sus palabras, no voy a negarlo, me hizo sentirme feliz el pensar en la posibilidad de ser extrañada por él.

-Gracias.

-Así me gusta, la Janne sonriente es la mejor. Ahora, me gustaría ir a comer.

-De acuerdo, vayamos a un lugar elegante y yo invito.

-¿Tú invitas?

-Claro, prometo tener una lucha campal por pagar esa cuenta.

Reímos al unísono.

-Bien, vayamos a comer –me tendió su brazo el cual tome sin duda alguna.

Extrañaba las comidas en las cuales Carly nos acompañaba, pero por ahora parecía estaba teniendo un asunto familiar, el cual requería de toda su atención, no había dicho mucho sobre ese asunto, pero entendíamos su posición frente a su familia.

-¿Carly? –Ethan chasqueo los dedos frente a mí.

-Sí, es extraño no tenerla con nosotros.

-Tienes razón, ¿Ha hablado contigo?

-No, me preocupa.

-Lo sé, a mí también –me abrazo a su pecho.

Ethan y yo siempre habíamos sido cercanos, vivíamos dándonos ánimos, apoyándonos e incluso estando siempre el uno para el otro. Las personas pensaban muchas cosas sobre nosotros, innumerables veces lo llamaron mi novio en revistas, hablaron de nuestra relación, de mi posible embarazo y millones de rumores más. Era el quien siempre me pidió hacer oídos sordos a todas las tonterías dichas por la prensa. La teoría de Carly siempre fue pensar que Ethan estaba perdidamente enamorado de mí, cuando tenía 15 años solía pensar aquello, considerarlo como una posibilidad, pero ahora estaba completamente segura de mi error.

-Deberíamos llevarle algo de comer a su casa.

-¿Quieres competir con la alta cocina de Alexandra Hyde? –se burló Ethan.

-Yo no puedo competir con esa mujer de ninguna manera.

Reímos juntos antes de entrar al elevador.

-Deberíamos tratar de cocinarle algo –dijo él cuando recupero el aliento después de las carcajadas-. O simplemente invitarla a comer pizza.

-Claro. Puedo llamarle y haríamos una pijamada.

-Eso sería muy extraño.

-Tranquilo, mis padres ya no se preocupan por los chicos.

-Lo ves –levanto la voz con alegría-, la Janne risueña es la más agradable.

Las bromas no pararon en ningún momento, ¿Cómo había logrado pasar todos estos días sin reír? No era la persona más alegre del mundo, sin embargo, era completamente extraño no verme riendo sobre todo teniendo a Ethan como amigo, él sabía exactamente como devolverme la alegría.

-¿Qué hay de tu vida amorosa? –pregunte mirando su perfil mientras conducía.

-¿Qué tiene? –se encogió en los hombros.

-No lo sé. Hace mucho tiempo no hablas de nadie o de haber salido con alguien, ¿Aún te gusta Elizabeth?

-Se supone era secreto.

-Lo siento –trate de no reír-, últimamente no hemos estado hablando de casi nada, quiero volver a saber de tu vida. ¿Quién te gusta ahora? ¿Qué hace? ¿Es una buena mujer? No lo sé, tú sabes mucho de mí.

-De tu amor por Jackson también.

-Sí, eso –volví la mirada al camino-. ¿Hay alguna otra chica?

-Sí, se llama Janne –rio.

-Hablo en serio.

-En realidad he estado muy concentrado con todo esto, no recordaba a Elizabeth, pero da igual ya no la veo nunca. No hay ninguna chica, no hay vida amorosa, sólo hay trabajo, Janne y Carly.

-¿Te has preguntado sobre nosotros?

-¿Cómo?

-Hablo de nuestra amistad –trague saliva-. ¿Cómo será todo cuando Carly o tú e incluso yo me case?

-¿No crees que continuara igual?

-¿Y si me mudo a otro país o tú lo haces?

-Hay algo llamado aviones, te transportan a través del mundo, deberías probarlos.

Era obvio, mis palabras nunca serian tomadas en serio por Ethan en ninguna circunstancia. Deje la mirada puesta sobre el camino, calle Clay, sabía a donde nos llevaba esto, un lindo restaurante entre las avenidas 25 y 26, "Sassafras" era el nombre del pequeño restaurante. Realmente este no era muy lujoso, pero era suficiente para satisfacer al menos de forma básica los gustos refinados de sus comensales.

La puerta estaba abierta de par en par, curiosamente no había mucha gente en el restaurante y se lo atribuí a la hora. Uno de los meseros nos colocó cerca del rincón, tomo nuestra orden y se retiró.

Esta vez no articule ni una sola palabra, últimamente el asunto de Carly me había hecho cuestionar la duración de nuestro lazo de amistad. Claro que deseaba tenerlos a mi lado siempre, pero no podía evitar preguntarme por sus vidas lejos los unos de los otros, tenía cierto miedo a quedarme sin amigos con la justificación perfecta de que ellos eran mis únicos amigos.

-¿Janne? –me llamo.

-¿Qué? –respondí con ligero fastidio, por no haber tomado en serio mis preguntas unos instantes antes.

Sus ojos claros me veían con extrañeza, no estaba segura de la razón hasta ver su dedo índice señalándome la entrada.

Un hombre vestido con un elegante traje negro, lentes oscuros y sus rizos recogidos en una coleta, se veía tan guapo de esa manera, no obstante las miradas se centraron en él a causa de la mujer que lo acompañaba. Su cabello pelirrojo era inconfundible así como esa sonrisa, porte y carisma.

-Michael y Lisa juntos –logre susurrar aún en shock por el impacto de la escena.

SpeechlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora