-No puedes ir a tu casa, es peligroso.
El sonido de la puerta cerrada llego a mi oídos antes de cualquier advertencia suya. Lo importante en ese momento era mantenerme relajada a pesar del dolor de cabeza, la boca secas y las ganas incesantes por llorar.
-No tengo otro lugar a donde ir -pronuncie cuando el auto ya estaba en marchar.
- ¿De qué hablas? -me miro de reojo-, tú misma lo habías dicho, Ethan y yo te vamos a dejar sola en ningún momento. Puedes ir a mi casa sin problema alguno.
-Tu hermana me odia, no quiero crear ningún tipo de conflicto entre ustedes.
-Bueno, si no quieres ir a mi casa aún puedes quedarte en la Ethan.
Ella tenía razón, hasta ese punto casi me olvido de mi mejor cómplice. Saque el teléfono para marcar su número, pero antes de poder mover alguna tecla tenía una llamada entrante de él.
-Ethan.
-Janne, ¿estas bien?
-Sí... Yo, ¿por qué lo preguntas?
-Vi los periódicos. Janne no puedes regresar a tu casa, he pasado por ahí... es horrible.
Con la mano libre tallé mis ojos con fastidió. No necesitaba a todo el mundo sobre mí, no necesitaba escuchar mentiras, suposiciones, no necesitaba tener al complejo "Michael Jackson" a mi lado opacando todo cuando pudiese hacer. Quería volver a ser solamente Janne.
- ¿Puedo quedarme en tu casa?
-Claro que sí, sin problema. Ten cuidado, te veo aquí.
-Sí.
Colgó.
- ¿Qué ocurrirá cuando debas ir a Shades Misix?
-Preferiría no pensar en eso por ahora. Hoy quiero olvidarme de la existencia de Michael y la mía también, no quiero pensar en nada. Buscaré la mejor forma de estar relajada, ya no quiero preocuparme por un mañana.
- ¿Qué ocurrió exactamente en la boda de Lisa? ¿Viste a Ethan?
- ¿Ethan?
-Sí, la madre de Lisa es buena amiga de sus padres y ella se lleva bien con Ethan, me mostró la invitación, ¿no te lo dijo?
-No. Quizá estuvo ahí, pero no logré notarlo con todo lo sucedido.
- ¿Estuvo muy mal?
-Cuando llegue a la casa de Lisa me encontré con Ryan, me acompañó a la habitación en donde Michael se estaba vistiendo. Michael recalco su amor por Lisa cuando justo cuando entramos... fue el inició de todo.
-No puedo creerlo.
-Eso no es lo peor, Lisa quiso cancelar la boda a minutos de iniciar.
Emitió un quejido desde el fondo de su garganta.
- ¿Realmente pudiste vomitar sobre los zapatos de Michael?
Traté de no reír en vano, rompí en carcajadas junto a Carly durante el resto del recorrido a casa de Eth. Mi vida sin ellos estaría mal, no podría sobrevivir cada día, las risas se volverían carentes, los buenos momentos alegres casi nulos, eran toda la familia que necesitaba, no importaba el tiempo o cuanto sol hubiera afuera lograban darme toda esa alegría todo el tiempo. Ella aparcó justo en frente a la bella casa de nuestro mejor amigo. Vivir solo no era su mayor meta en la vida, pero le agradaban los grandes espacios, a comparación conmigo no le importaba la soledad, o quizá no la sentía. No hizo falta más de un toque en su timbre para verle aparecer y recibirnos con los brazos abiertos.
-Janne.
Parecía ligeramente decepcionado, en cambio sus ojos continuaban teniendo ese brillo indecible, como cuando había logrado algo bueno. Me abrazó.
-Quizá ahora puedas alejarte de él -sus palabras me dieron cierto asombro, de todo cuanto pudo haber dicho lo más extraño era eso.
-Por fin -asentí tratando de hacer a un lado su manera tan extraña de actuar y me aferre a sus brazos.
No necesitaba más en ese momento, ellos estaban ahí.
-Tengo una tonelada de comida ahí adentro, ¿qué estamos esperando?
Se hizo a un lado cediendo el paso, me quede en la sala por unos segundos más mirando la familiaridad de ese lugar, nuestra guarida secreta, el lugar en donde realmente me sentía en casa, así era todo cuando mis dos personas favoritas en el mundo se quedaban a mi lado como si fueran mis padres. Llenaban el lugar de esos desconocidos a quienes apenas podía ver una vez al año, una charla de cinco minutos y más soledad.
El teléfono de Carly comenzó a sonar justo cuando estábamos a punto de iniciar el maratón de películas. Se alejó un poco de nosotros para atender su misteriosa llamada.
- ¿Ocupada? -cuestionó el centrando sus ojos miel en el plato de palomitas frente a mí.
-Su situación familiar por ahora no es la mejor.
- ¿Sabes algo?
-Nada, pero me preocupa.
-No es nada -regresó con nosotros-, pero debo irme, mi madre me necesita.
Tomó su abrigo a toda prisa, apenas se despidió de nosotros con la mano mientras cerraba la puerta. Nos dejó preocupados como acostumbraba desde un par de semanas atrás, justo cuando Michael entro a mi vida.
-Eso no puede ser nada -le afirme.
-Lo sé.
Se tiro a mi lado en el sillón.
- ¿Aún quieres continuar con esto?
-No tenemos otra opción.
- ¿Podrías traer el resto de las palomitas de maíz por favor?
-Claro.
Me levante, sentí tan pesado todo el cuerpo en ese instante, todo estaba mal, no había manera alguna de poder buena cara al mal tiempo. Había un par de tazones a un lado de la correspondencia, trate de tomar los dos al mismo tiempo sin lograr mantener el equilibrio, en un intento por no caer hice una maniobra extraña, tire la correspondencia logrando salvar solamente uno de los tazones.
No me percate de cuanto tiempo tardo Ethan en ir a la cocina tras el estruendoso ruido pero para cuando voltee se encontraba en el umbral de la puerta con el semblante preocupado.
- ¿Estás bien?
-Sí -me reí recuperando la postura.
-Me diste un gran susto.
-Lo siento, estaba tratando de llevar los dos tazones al mismo tiempo -había en el suelo un par de cartas y también palomitas de maíz. De todos lo sobres recogí el que estaba frente a mi pies, el sobre era blanco como los demás, pero el remitente era la razón de mi inquietud.
-Dejalo Janne, no importa.
Su voz ansiosa logró causar cierta intriga en mí, el sobre estaba abierto.
- ¿Cuándo hiciste tratos con una revista y por qué?
Llegó corriendo hasta el punto donde me encontraba, muy tarde a decir verdad. Estaba entre mis manos un artículo, no pude prestar atención a las letras pues las fotografías me robaron la mirada.
Michael y yo en la boda de Lisa, en el estacionamiento de Sassafras, afuera de la disquera... había sido él.
-Ethan.

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Speechless
FanfictionTodo es tan simple como encontrar una hoja que lleva el viento, todo es tan simple como encontrar una canción perdida que logra gravarse no sólo en tu mente sino también en tu corazón. Esta obra esta registrada bajo los derechos de "Safe Creative". ...