Speechless

Capítulo 19

Estaba engañando a Emma con toda la intención pero realmente no podía parar, sentía como me faltaba el aire cuando ella se alejaba de mí. Había tratado de hacer a un lado mi deseo de besarla, de tenerla cerca.

Todo había sido beso tras beso luego de haber entrado al auto, le había lastimado el tobillo, estábamos completamente empapados y la tormenta continuaba azotando contra el techo cubriéndonos, dejando eso a un lado el aliento de ambos se fusionaba logrando calentar nuestros cuerpos.

En medio de la necesidad, nuestros labios y caricias... la vi, era Emma, sonriendo como siempre con la cabeza inclinada de lado derecho tratando de entender lo sucedido. Me incorpore de golpe dejando a medias el beso, no di explicaciones cuando los azulados ojos de Janne me miraron confundidos.

-Te llevo a casa –articule con la voz temblando por los nervios.

Una vez con el vehículo en marcha no abrí la boca en ningún momento. Necesitaba verla, ver esos ojos azules esas mejillas rosadas, y en cuanto más me nacía la necesidad me negaba aún más a realizar la acción.

-Emma –susurre para darme la fuerza de olvidar a Janne.

-¿Perdón?

-Nada –trate de sonreír.

Continúe conduciendo, mis nudillos estaban blancos a consecuencia de mi agarre al volante. Pisaba el acelerador con desesperación olvidando un poco la seguridad de ambos.

-No necesitas dejarme en la puerta de mi casa –argumento Janne con la voz temblando- aquí está bien, no falta mucho.

-Falta poco más de un kilómetro, no voy a dejarte en medio de la carretera con una lluvia como esta.

-No importa –puso su mano sobre mi hombro.

Casi por instinto mi cuerpo se erizo pidiendo a gritos ser recorrido por esas delicadas manos.

Es deseo, es deseo Jackson no puede ser amor, apenas la conoces –me dije en pensamientos. Ella era una chica hermosa, su piel completamente blanca, esos ojos azules como el celeste del cielo y su cabello ondulado y castaño. Sí, era muy linda no había nada de malo en desear a una chica linda, lo malo era jugar con los sentimientos de alguien. Me había confesado estar enamorada de mí, o probablemente más del personaje tras la música al final decía estar enamorada, no iba a darle ilusiones.

-Te llevaré a casa, una vez estés sana y salva, me iré tranquilo –gire la cabeza por un segundo buscando darle paz.

Sí, había cometido un grave error, sus ojos estaba rojos, no completamente pero aseguraba había soltado un par de lágrimas mientras evitaba mirarla.

Estás metiendo la pata, Jackson –me regañe-. Lo estás haciendo todo mal.

-¿Qué ocurre? –hable preocupado.

-Nada no quiero causarte ninguna molestia. Es eso.

Obviamente no era eso. La había besado muchísimas veces y ahora pretendía olvidar el impulso haciendo como si nada. Las chicas no hacen eso, ella no olvidan tan fácil. Las chicas son algo especial y debes tratarlas como tal, ahora mismo me estaba comportando como un verdadero patán, de igual manera no iba a arreglarlo estando al volante con el riesgo de estrellarnos. Baje la velocidad, llegamos unos minutos más tarde a su edificio, aparque el auto con tranquilidad, sin prisa alguna, era hora de hablar así que apague el motor.

-Gracias por traerme –sonrió levemente sosteniendo la manija de la puerta.

-Espera –le tome la mano libre-. Necesitamos hablar.

-¿Hablar? –frunció el ceño.

-No pretendo portarme como un idiota contigo, no es mi verdadero yo.