— ¡Feliz cumpleaños, Duff! ¡Eres un niño muy grande!
— ¡Si lo soy! Mamá, ¿Me das un besito?
— Por supuesto, bebé. Ven aquí. —la mujer tomó en brazos a su pequeño hijo y le besó las mejillas.
Era el día perfecto. Soleado, despejado, y con un clima ideal.
El padre de la familia se acercó a su hijo menor, abrazándolo a él y a su esposa con orgullo. Sus otros hijos se acercaron, todos con una gran sonrisa. Un fotógrafo les indicó que se pusieran todos juntos y ellos así lo hicieron.
Una vez tomada la foto, se separaron. Excepto los padres del menor que acababa de cumplir años.
Ellos eran los McKagan, una familia numerosa y muy unida.
Los progenitores eran Marie y Elmer McKagan. Tenían ocho hijos, siete eran ya bastante grandes y el menor de los hermanos no, él era todavía un niño pequeño.
Inocente, dulce, bien portado, educado, buen niño, etc. Todos lo amaban, todos querían simplemente abrazarlo por su ternura.Era su cumpleaños número ocho, estaba emocionado, le gustaba su cumpleaños porque todos sus hermanos estaban ahí y le daban muchos regalos.
Sinceramente, a él no le importaban mucho los regalos; le importaba más estar con toda su familia.
Su madre preparaba deliciosos pasteles y postres para la ocasión, consintiendo a su pequeño con amor.El pequeño Michael McKagan abrazaba a sus padres, y ellos lo abrazaban a él, deseando que ese abrazo fuese eterno.
Se escuchó un disparo, luego gritos.
Los McKagan comenzaron a correr, los padres de Duff tomaron a su hijo para sacarlo rápidamente de ahí.
El menor no veía nada, ya que su mamá lo tenía pegado a su pecho, acariciando su cabello. Él sólo podía escuchar los gritos, cosas romperse y el viento resoplando con fuerza.Su madre comenzó a llorar, temiendo por la vida de su familia.
Ellos estaban por entrar a la casa, pero entonces unos hombres de voz grave les llamaron la atención.
— ¡Hey, ustedes deténganse ahí!
Los señores McKagan quedaron quietos frente a ellos.
Duff giró su cabeza, viendo a esos hombres misteriosos. Tenían pasamontañas negros, chaquetas de cuero, pantalones oscuros y botas.— ¡¿Qué es lo que quieren?! —preguntó Elmer McKagan.
— Danos al niño.
— ¡¿Están locos?! ¡Jamás!
Uno de ellos le disparó a la mujer. Fue en la pierna, haciéndola caer con su niño. El padre intentó que no se acercaran a su hijo, pero lo golpearon hasta dejarlo débil.
Los ojos de Duff brillaban por el temor, él comenzó a llorar.
Uno de los hombres lo agarró de un brazo, luego lo tomó en sus brazos y corrió.Marie gritaba desesperada, los hermanos de Duff aparecieron para abrazarla.
Su familia gritaba por el dolor mientras lloraban. Por su seguridad, no iban a perseguirlo; sabían que uno podía resultar lastimado.Duff entró en shock, no sabía que hacer. Miraba como se alejaba de su casa, la decoración de su cumpleaños se había caído, los globos se habían reventado y ahí estaba una piñata que moría por abrir.
El hombre que lo llevaba en brazos le puso un pañuelo blanco en la boca. Michael gritó asustado, movió sus brazos, intentando defenderse, pero de pronto comenzó a dormirse.
Su visión se volvió negra, ahora estaba inconsciente.
Escuchó pasos, luego escuchó a alguien lavar los platos.
Él de a poco comenzó a abrir sus ojitos, recuperando la conciencia. Tenía dolor de cabeza, se sentía mal.
Por lo poco que vio, supo que estaba en una habitación, de un color naranjo oscuro. Reconoció que estaba en una cama, la puerta de la habitación estaba abierta y cerca de la cama había una silla de madera.
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𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝
FanfictionEl señor Hudson oculta una fuerte verdad... No se permiten copias ni adaptaciones. Tú imagina tus historias, no copies las mías.