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Al día siguiente, Duff despertó entusiasmado por lucir su estilo nuevo. Le daban ganas de ir a la escuela solamente para atraer la atención de los chicos lindos.

Se levantó de la cama y se dirigió hacia el baño para darse una ducha. Se vistió con una camiseta corta de color burdeo, negros pantalones ajustados de cuero y zapatillas rojas.
Se arregló el cabello para que se viera un poco desordenado, se delineó los ojos y se puso un labial hidratante para tener los labios brillantes.

Cliff y Slash lo esperaban en la cocina como todos los días para desayunar. Cliff preparaba el desayuno y Slash leía el periódico mientras bebía un café. Duff llegó a la cocina, al principio no le prestaron mucha atención, hasta que Cliff vio la ropa que traía.

— Oh, vaya... ¿Duff, por qué estás vestido así?

— Cambié mi estilo, ¿Te gusta?

A decir verdad, a Cliff no le había gustado el nuevo cambio de Duff y era chocante que ahora estuviera exponiendo un poco más su cuerpo.

Slash elevó la mirada para verlo y casi escupe el café.

— Oigan, no reaccionen así. Yo estoy feliz con este cambio.

— Es sorprendente —dijo Slash— ¿Quién te enseñó a vestirte así?

— Un amigo. —asintió.

— Dios...

*\*\*\~

— Y se quedaron boquiabiertos.

— ¿Slash te miró?

— Ajá, me miraba la cintura. —contó con orgullo.

— ¿Quién es Slash? —preguntó Izzy.

— El chico que le gusta a Duff.

— Ahh, ya veo.

Los tres amigos estaban en la cafetería de la escuela bebiendo malteadas, era la primera vez que Izzy se incluía junto a ellos. Duff amaba que ahora fuesen ellos tres un grupo de amigos.

— ¿Y ese tal Slash está soltero?

Esa pregunta cambió inmediatamente el semblante de Duff a uno triste. Axl lo miró, haciendo una mueca, porque sabía que a Duff le dolía mucho ese tema.

— No vuelvas a preguntar eso porque Duff se pondrá a llorar.

— Oh, de acuerdo —Izzy le dio un sorbo a su malteada—. Slash debe ser un imbécil... ¿Qué clase de ciego tiene pareja y no eres tú?

— Ahí está el problema —intervino Axl—. El querido Slash es mayor de edad y ve a Duff como a un bebé.

— Estamos jodidos —comentó Izzy. Axl le hizo una señal con las manos porque Duff ya comenzaba a llorar— ¡Ay, no, querido! Quiero decir, todo tiene solución.

— Joder, Stradlin. —Axl rodó los ojos.

— ¿Pero, es mucha diferencia de edad?

Indagó el azabache, Duff suspiró y elevó la mirada.

— En una semana voy a cumplir dieciséis, Slash tiene veintiuno.

— ¡Oye, pero no es tanta! —exclamó Izzy—. Pensé que tenía treinta o alguna mierda así, me imaginé lo peor.

Axl rió a carcajadas.

— ¿Qué te imaginaste?

— A un pervertido casado y con hijos.

— ¡Ay, no! —Duff también rió—. Si Slash se va a casar, será conmigo, y si tendrá hijos, serán nuestros.

Aseguró el rubio, con una mano en su pecho. Al oírlo, Axl rodó los ojos otra vez mientras suspiraba. Izzy le dio un sorbo a su malteada, mientras Duff lo miraba e intentaba no reírse. El azabache al notar eso, esbozó una pequeña sonrisa porque sabía de lo que se reía y ahora también se le había hecho divertido.

𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora