— Fue terrible, señor Hudson, me había quedado sin aire y aunque lo intentara no podía respirar.
— Así es, fue terrible, ¿Por qué no me dijiste que eras alérgico al maní?
— Se me había olvidado que a lo que era alérgico se llamaba maní, lo siento mucho, señor Hudson.
La sonrisa de Duff desapareció y su tono de voz sonó más triste al final. El moreno suspiró, no podía molestarse con Duff.
— Está bien, jura que tendrás cuidado con el maní.
— Lo juro, nunca más volverá a ocurrir esto. Promesa de meñique. —Duff extendió su dedo nombrado.
Slash soltó una leve risa. Le encantaba la inocencia y ternura del pequeño, era algo que intentaría conservar siempre. Se escucharon unos golpes en la puerta, al ver de quien se trataba, Duff sonrió emocionado.
— ¡Cliff!
— ¡Duff pequeño! Hey, hermanito —el mayor se le acercó amistoso y le alborotó el cabello con una mano—. Me asustaste muchísimo, ¿Cómo te sientes?
— Me siento muy bien. Lamento mucho haberlos asustado.
— Lo importante es que estés bien, Duff. —dijo Cliff, Slash asintió dándole la razón.
Ahora era de mañana, a Duff le habían dado el alta así que los tres se fueron. Aún estaban todas sus maletas ahí, ya que nunca llegaron a la casa de Cliff. Tomaron un taxi y se fueron, ahora más tranquilos. Clifford se demoró en encontrar las llaves de la casa, mientras las buscaba, Slash y Duff miraban asombrados la casa.
— Wow, Cliff, que gran casa. —habló el pequeño impresionado.
— No es tan grande, eh —carcajeó el mayor— ¡Aquí están!
Cliff colocó las llaves en el cerrojo y abrió la puerta. Prendió las luces y observó el lugar con orgullo, había extrañado su casa. El agradable olor característico a su hogar inundó sus fosas nasales.
— ¡Bienvenidos a mi casa! —Burton extendió los brazos.
— ¡Sorpresa!
Los tres se asustaron al oír eso. Entonces desde la cocina aparecieron una pareja heterosexual de unos cuarenta o cincuenta años, quienes tenían un pastel en las manos. Ambos se sorprendieron.
— ¿Mamá, papá? —Cliff los miró sorprendido— ¡Los extrañé muchísimo!
— ¡Y nosotros a ti!
Cliff abrazó a sus padres con mucha emoción. Slash comenzaba a sentirse incómodo por alguna razón. Los señores Burton se quedaron viendo a los dos chicos.
— ¿Hijo, quienes son ellos?
— Oh, wow, cierto. Vaya, mamá, esto fue una gran sorpresa por su parte y tengo que explicarles algunas cosas... —Cliff rascó su nuca.
Hubo una tensión en el ambiente, para relajar las cosas, Slash se acercó a ellos.
— Buenas tardes, soy Saul Hudson. —se presentó, estrechando su mano con ambos.
— ¡Y yo soy Michael Andrew McKagan, tengo ocho años! —saludó el menor sonriente.
— Somos amigos de Cliff. —explicó Slash.
— Oh, excelente. Vengan, pasen al comedor para comer pastel. —les habló la mujer con dulzura.
Los tres siguieron a la mamá de Cliff junto a su padre. Dejaron las maletas y bolsos en la sala para estar más cómodos y cuando estaban por llegar a la sala, Slash apartó a Cliff a otro lugar para charlar.
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𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝
FanfictionEl señor Hudson oculta una fuerte verdad... No se permiten copias ni adaptaciones. Tú imagina tus historias, no copies las mías.