𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝

.34.

Ambos abrieron la boca con sorpresa, absolutamente en shock. Duff tuvo que pellizarse un brazo para confirmar que lo que veía era real.

— ¡¿Tú aquí?!

Cliff bufó absolutamente indignado y se adentró a la casa con una maleta gris.

— Hablen, par de idiotas, ¿qué mierda está sucediendo aquí?

Ninguno de los dos salía del estado de sorpresa. Era impresionante que Cliff, quien se supone debía estar trabajando a miles de kilómetros, estaba de vuelta en casa y notoriamente molesto.

Eso sólo demostraba que las cosas habían llegado demasiado lejos, hasta un punto en el que se desconocían, porque problemas así no los habían experimentado jamás.

— Esto es una enorme sorpresa —dijo Slash— ¿Por qué no dijiste que venías?

— Porque era la gracia —contestó—. No puede ser, ¿ya ni siquiera pueden vivir sin mí?

— Estábamos arreglando las cosas.

— Sí, claro —vaciló Burton con ironía—. Pedí unos días para venir con ustedes, luego Duff se irá conmigo. —aseguró.

Slash no estaba de acuerdo con eso, sin embargo, no protestó. Quería ver la reacción de Duff, por ende, seguiría todo lo que decía Cliff. Si había una cosa que quería asegurar, era el arrepentimiento de Duff ante las jodidas acusaciones que había hecho anteriormente.

— Supongo que está bien, eso pidió él. —dijo el de rizos.

Duff tragó en seco y negó lentamente con la cabeza.

— Porque lo que querías era irte, ¿verdad, Duff? —le insistió Cliff, notoriamente enfadado.

Había tenido un estresante viaje, esperando el momento de tener al par frente a frente y regañarlos por sus problemas absurdos. Eso demostraba que no había madurez por ninguna de las dos partes.

— No, ya no quiero irme, estoy bien aquí. —se negó el rubio.

— Eso no es lo que me dijiste.

— Cliff, ni siquiera sé hablar japonés, ¿cómo esperas que sobreviva ahí?

— Tendrías que aprender. Dijiste que no soportas a Slash, ¿qué esperas?

Duff, bastante aburrido de la situación, resopló desganado. No tenía ganas de otra discusión, sólo quería que las cosas estuvieran bien. Estaba teniendo muchas emociones intensas y necesitaba calmarse.

— Mierda, no me hagan esto.

— Pero es lo que pediste. Vine desde Japón a buscarte. —Cliff frunció el entrecejo.

— ¡No quiero irme!

— ¡¿Y qué carajos quieres?! ¡Por Dios, ambos son unos inmaduros! —exclamó el mayor.

Slash se apuntó a sí mismo y luego respiró profundo para comenzar otra pelea.

— ¡Yo sólo quiero saber lo que desea este mocoso y que se acaben los putos problemas!

— ¡¿Por qué soy yo el culpable?! ¡Tú eres el que arruina las cosas, me dejaste en ridículo delante de todos! —Duff le discutió al moreno.

— ¡¿Quieres que le diga a Cliff lo que tú hiciste hace unos minutos, eh?! —amenazó.

— ¡Ya, ya cálmense!

Cliff detuvo la pelea antes de que pasara a algo más intenso. Slash y Duff dejaron de mirarse, estaban muy molestos entre ellos. Cliff se quedó con una pizca de curiosidad por saber qué era lo que había hecho Duff, no obstante, debía tranquilizar a sus chicos antes de interiorizarse en su situación.