𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝

.14.

— Oh, perra, no vayas a llorar.

Duff cerró los ojos un momento, volviendo a recordar lo que hace poco había pasado con Slash. Recordaba el latir de su corazón, la emoción que le ponía los ojos brillantes, el tenerlo tan cerca... Ahora estaba en la pijamada con sus amigos, sin saber si estaba feliz o triste, pues al final, el beso que esperaba nunca llegó.

— Fue un momento tan mágico... —Duff suspiró—. Lo tuve tan cerca.

— Ay, amigo, sufrir por amor es una mierda. A eso súmale que somos adolescentes y somos el triple de sensibles.

— Lamentablemente.

Duff puso una mano en su pecho, sintiendo como latía su corazón.

— Si él no tuviese novio, ¿Me hubiese besado?

Hubo un silencio porque ninguno sabía que responderle.

— Ni idea.

— Yo creo que no, porque eres menor de edad.

— ¡Agh, odio tener solo dieciséis jodidos años! Quiero ser adulto y que Slash se fije en mí.

— Quizás en muchos años más se fija en ti.

Oír eso causó molestia en Duff. Odiaba la idea de esperar tantos años, porque él quería que Slash estuviese junto a él, aunque sonara imposible por la diferencia de edad que tenían.

— ¿Cuáles son tus planes entonces? —le preguntó Izzy.

— Esperar, supongo. —Duff se encogió de hombros.

— Si lo amas, debes esperarlo.

— Será una espera difícil.

— Tranquilo, hermano, ya pasará.

Los amigos del rubio se apresuraron a abrazarlo, intentando que se sintiera un poco mejor, aunque eso era difícil, porque estaba muy deprimido.

*\*\*\~

McKagan apareció en la cocina y encontró a Slash sentado en el comedor, leyendo el periódico mientras bebía su café de siempre. Al ver al rubio, sonrió con calidez.

— ¡Buen día, Duff! —lo saludó.

— Hola, Slash.

— ¿Cómo amaneciste?

— Bien, ¿Y tú?

— Estoy bien y feliz.

— ¿Por qué tan feliz?

— No lo sé; es lindo despertar así a veces.

Slash extendió los brazos, indicándole a Duff que se acercara a él. Inmediatamente, el rubio se puso nervioso, sonrió involuntariamente y se acercó al mayor, sonrojándose cuando Slash le tomó las manos y entrelazó sus dedos.

— ¿Tus amigos duermen?

— Ajá.

— Creí que ibas a despertar más tarde porque anoche te dormiste tarde.

— Sorprendentemente, desperté temprano.

— Qué milagro. —Slash rió.

Duff estaba muy nervioso por lo cercanos que estaban, sentir el olor al perfume de Slash lo estremecía, y también enloquecía sus hormonas.
La mirada de Duff estaba fija en los grandes labios del moreno, acercando un poco su rostro con claras intenciones de besarlo.

Slash se separó del rubio y dejó un pequeño beso en el dorso de una de las manos de Duff, sacándole algunos chillidos de emoción que calló y trató de disimular con risas.