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— ¡Buenos días, señor Hudson! —lo saludó el pequeño, al ver que Slash no despertaba, le dio suaves golpecitos en la mejilla— ¡Señor Hudson, despierte!

— Agh...  —el moreno frunció el entrecejo— ¿Qué hora es?

— Son las siete de la mañana.

— ¿Tan temprano?

— Sí, es que ya no tenía más sueño. Ayer dormí demasiado ¡Necesito en que gastar mi energía!

— Yo tengo sueño, Duff.

— Pero, señor Hudson... Tengo hambre y estoy aburrido.

El pequeño hizo un puchero, Slash se molestó. Él quería dormir, no quería tener que alimentar a un niño y entretenerlo, al menos no ahora.
Sabía que seguro Duff estaba muy confundido con todo, y se compadecía de él, pero estaba muy cansado como para pensar en eso.

— Señor Hudson.

— ¡Está bien, ve a ver la tele un rato! ¡¿De acuerdo?! —le gritó. Duff pegó un salto y asintió rápidamente con la cabeza, dejando a Slash solo.

*\*\*\~

A las 8:30 ya estaban saliendo del departamento, Duff estaba feliz, ya que a él le encantaba ir de compras.
Afortunadamente, vivían cerca de las tiendas y supermercados, así que no tardaron más de diez minutos en llegar.
Duff no reconocía esa ciudad, era la primera vez que estaba ahí. No sabía en donde estaba, pero el lugar le agradaba bastante. Había mucha gente, muchas tiendas por todos lados y edificios iluminados.

Slash caminaba sin prestarle mucha atención a Duff, de vez en cuando volteaba para asegurarse de que estuviese a su lado.
Fue entonces que sintió que tomaban su mano, bajó la mirada y vio a Duff.

— Señor Hudson, voy a tomarle la manito para no perderme.

— Está bien, no hay problema.

El pequeño rubio le sonrió como agradecimiento.
Para Slash, Duff era solo un bebé que necesitaba de mucho amor y ternura. No quería ni pensar en lo mucho que él debía extrañar a su mamá.

— Bien, busquemos ropa que te guste ¿Si?

— ¡Sí!

Duff asintió emocionado.
Entraron a una tienda bastante colorida, habían varias personas, pero la tienda era grande así que no iba a ser un problema. Guió a Duff hasta las prendas para niños y le mostró algunas.

— ¿Cuál es tu talla?

— Uhm, no lo sé; pregúntele a mi mami.

— Mhmm, eres pequeñito y delgado, yo creo que te quedaría bien ésta camiseta —dijo el moreno, enseñándole al menor dicha prenda de color azul con pecesitos de colores— ¿Te gusta?

— ¡Sí, la quiero!

— De acuerdo. Vamos, elige lo que quieras por aquí y yo buscaré de tu talla.

— ¡Genial, gracias, señor Hudson! —Duff se acercó para abrazarlo, quedando su cabeza pegada en la parte baja del abdomen de Slash.

— No es nada.

Buscaron prendas y zapatillas de todo tipo, tenían muchas bolsas a mano, por ende tuvieron que dejar algunas en el departamento y volver a comprar cosas.

Habían pasado toda la tarde juntos, hablando sobre varias cosas. Duff le hacía muchas preguntas a Slash, y el moreno no podía responderlas todas por varias razones. Así que, Slash le hacía preguntas a Duff, sabiendo que el menor daba muchas explicaciones y no se callaba nunca.
Saul lo dejaba hablar, ya que eso lo distraía de pensar en su familia y preguntar otra vez si lo podía llevar a su casa.
Slash le compró varios juguetes y libros para colorear, así pensaría en otras cosas y no en la mala situación por la que estaba pasando.

𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora