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Duff sintió unas punzadas muy fuertes en la cabeza que lo hicieron despertar. Se removió en la cama y las ganas de vomitar hicieron que se sentase, jadeando un poco. Puso las manos en su cabeza y gruñó. El dolor ahí era insoportable, ni siquiera era capaz de abrir los ojos.

— Ya levántate. —le habló Cliff, abriendo las cortinas.

El rubio chilló y se cubrió los ojos, para luego recostarse nuevamente y cubrirse con las mantas hasta la cabeza.

— ¡Cliff, cierra las cortinas! ¡Me duele la cabeza!

— Mi dili li quibizi —lo imitó el mayor con voz aguda—. Tú quisiste esto, Duff. Quiero que sepas que estás castigado.

— ¡Oye, me sentía muy mal! ¡¿Por qué no regañas a Slash también?! Todo es su culpa.

Cliff rodó los ojos.

— ¿Por qué sería su culpa? No entiendo la razón, no entiendo nada. Slash te dijo lo importante que era para él que conociéramos a su novio y nos lleváramos bien, pero como siempre, el adolescente tiene una queja.

— ¡¿Y cómo no voy a tenerla?! ¡Slash es mío! —exclamó.

Hubo un gran silencio. Duff se dio un golpe en la frente al percatarse de que se había delatado. Cliff alzó una ceja, y por un momento Duff pensó que se había dado cuenta de sus sentimientos por Slash. Respiró profundo y cubrió su rostro con las manos mientras chillaba.

— Duff, sé que tú y Slash llevan muchos años juntos, él te adora, pero no es de tu propiedad.

— Sí, tienes razón, ya lo sé... —suspiró, tratando de arreglar su error.

— Siempre lo menciono, pero de verdad que Slash te ha malcriado mucho. Debes entender que él tiene una pareja ahora, no vas a tener todo su tiempo.

A pesar de que aquello era algo que Duff tenía muy claro, le molestó escucharlo por parte de Cliff porque era desagradable que se lo repitieran tanto.

— Hablas como si lo tuviese todo el día a mi lado, cuando en realidad está todo el tiempo trabajando. —aclaró.

— Y el tiempo que tiene libre te lo dedica a ti.

— ¿Y qué? Nos queremos.

— No está mal que pasen tiempo juntos, pero quiero que sepas que no estará todo el tiempo a tu lado.

— ¡Ugh, ya lo sé, lo tengo claro! ¡¿Puedo descansar unos minutos?! ¡Me duele la cabeza!

— Bueno, cálmate —rodó los ojos—. En un rato más te levantas. No estarás todo el día en la cama.

El rubio bufó mientras asentía con la cabeza, molestándose con Cliff.

— Me salvé de ir a la escuela.

— Claro que no, irás. Por supuesto, más tarde, pero asistirás como el chico responsable que Slash y yo te educamos a ser.

— ¡Agh, ya déjame!

Clifford volvió a rodar los ojos y se retiró de la habitación.

Realmente, Duff no iría a la escuela ese día, Cliff le dijo esa mentira a Duff para que se levantara de la cama y de paso, se diera un buen baño porque el olor a alcohol era insoportable.

*\*\*\~

— Me siento de la mierda, ¿Tienes algo para la resaca? —preguntó el rubio.

No recibió una respuesta, Slash permaneció callado. Era muy evidente que estaba evitándolo y eso le dolía, sin embargo, podía entenderlo, ya que lo que había hecho estaba muy mal y lo reconocía. Comenzó a recordar las cosas que dijo y una sensación de disgusto consigo mismo se apoderó de él.

𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora