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Duff suspiró y miró hacia la ventana delantera del auto. Iba junto a Slash camino hacia su casa. Se sentía raro, ahora iban a estar solos por mucho y después de haberse besado así, las cosas no iban a ser iguales. Duff estaba feliz por eso, le gustaba que su primer beso hubiese sido con Slash, era hermoso.

— No puedo creer que ya se haya ido.

— Cliff estará bien, va a pasarla de maravilla. Llegará hablando japonés y siendo fan del anime.

Duff carcajeó al imaginarlo y volteó para ver a Slash, quien estaba concentrado viendo hacia enfrente con las manos en el volante.

— Slash, te extraño.

— Estoy a tu lado, estaremos juntos por mucho tiempo.

— Me refiero a nuestra relación hace un tiempo... —suspiró.

— ¿Cómo?

— Pues, ya sabes. Antes de que comenzaramos con discusiones y cosas así.

Slash volteó para ver al rubio de reojo y resopló, compartía el mismo sentimiento.

— También extraño cuando éramos así. Las cosas se pusieron raras con el tiempo.

El rubio asintió con la cabeza.

— Sí... Bueno, después de lo que vivimos ayer quise decirte que...

— ¿Qué pasó? ¿Qué vivimos? —preguntó el moreno, frunciendo el ceño.

— ¿No te acuerdas?

— No, dime que pasó, me estoy asustando.

Duff creyó que no hablaba en serio por un momento, hasta que observó mejor a Slash y se dio cuenta de que estaba confundido. Su corazón dolió, sin embargo, quizás había sido mejor que no recordara lo sucedido para regresar a la normalidad en su relación.

McKagan suspiró deprimido y fingió una sonrisa.

— Nada, sólo que me pediste perdón muchas veces. —mintió el rubio.

— ¿Seguro que solo eso?

— Sí.

— Vaya, ¿hice el ridículo?

— Un poco.

Las mejillas de Slash ardieron de manera intensa por la vergüenza. El moreno generó una gran sensación de disgusto hacia si mismo, lo cual hizo que entrecerrara un ojo.

— Qué vergüenza... No me voy a embriagar nunca más, lo juro.

— Tranquilo, todo bien. —dijo Duff entre risas.

— De verdad lo lamento. Quiero que sepas que seré realmente responsable desde ahora.

Duff se puso tan nervioso al oírlo que carcajeó. Slash siempre lo hacía sentir muy bien.

— Slash, calma, todo estará bien. Estoy más grande, no te daré problemas.

Saul suspiró y asintió con la cabeza.

— Siento que soy yo quien te está dando problemas.

— ¿Por?

— Por la escena de ayer, por ejemplo. Juro que trataré mejor a tu novio. —aseguró el moreno.

— No es mi novio.

Después de decir eso, hubo un silencio. Slash quedó pensativo un instante y nuevamente miró de reojo al menor. No sabía que sentir al respeto, en parte era un alivio, pero a la vez era muy confuso.

— ¿Entonces qué son?

— No lo sé.

— Ah... ¿Y si te pidiera que fueses su novio, aceptarías? —preguntó Slash con interés.

𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora