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— Necesito unas vacaciones.

— Se nota, ¿Por qué no pides unos días libres? Luces realmente estresado, Slash.

— Me encantaría descansar, pero no puedo, hay mucho que hacer y soy bueno en esto, podría decirse que yo soy el puto imbécil que le pone orden a todo aquí —resopló el moreno— ¿Sabes qué? Voy a tomarme un descanso de media hora, lo necesito.

Slash se levantó de la silla y se estiró, mientras Cliff le extendía una taza de café.

— Eso es, descansa un poco.

— Me duele la espalda, necesito unos masajes.

— Deberías tomarte unos días libres por estrés y descansas. Puedes dormir mucho e ir a que te hagan masajes porque imagino que tienes imposible esa pobre espalda.

Hudson rodó los ojos y suspiró. Admitía que Cliff tenía razón y debido a su cansancio tanto físico como emocional estaba considerando esa idea.

— Tengo que hablar contigo y con Duff.

— ¿Qué sucede?

— Les diré cuando Duff esté aquí.

— No me jodas, ya abriste la boca, habla.

— Hablaremos luego.

— Ahora pensaré en eso todo el día.

Cliff alzó las cejas y se retiró de la cocina. El moreno carcajeó un poco, sabía que su amigo de verdad quería saber que pasaba. Maldijo para sus adentros, pues aún faltaba mucho para que Duff volviera de la escuela.

*\*\*\~

— Necesito verme diferente.

— Te teñiste rubio el cabello, algo es algo.

— Sí, pero no es suficiente. Siento que no tengo estilo.

— Mhmm, tengo una idea —comentó el pelirrojo—. Mi amigo Izzy puede ayudarte con eso, es experto en cambios de look y esas cosas.

— ¡¿En serio?! ¡Lo necesito!

— Lo sé, le daremos una visita cuando tú puedas.

— Mañana.

— Está bien, mañana será.

Ambos amigos extendieron sus vasos con malteadas e hicieron un brindis para luego beber un sorbo de estas con las pajillas. Duff miró a su amigo y aclaró su garganta.

— Uh, ¿Axl?

— Dime.

— ¿Cómo sabes que te gusta alguien?

— Pues, si te hace sentir maripositas, soñar despierto, sonreír de la nada y esas cosas —le dijo su amigo, luego entrecerró los ojos— ¿Quién te gusta?

— ¿A mí? Nadie.

El rubio negó rápidamente con la cabeza y trató de fingir para que Axl no le insistiera. Sin embargo, ahora se había expuesto.

— McKagan, te conozco.

— Sería un amor prohibido.

— ¿Por? —el pelirrojo alzó una ceja.

— Bueno... Mira, no sé si me gusta pero me atrae.

— ¿Quién?

— Slash.

— ¡¿Qué?! —el pelirrojo abrió grandes los ojos—, Duff, por Dios...

— Sé que es mayor que yo, ¿Bien? Pronto cumpliré 16.

𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora