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— Duff, levántate para ir a la escuela, se te hará tarde.

— No iré.

Cliff suspiró y rodó los ojos, dispuesto a lidiar con el intenso adolescente de la casa.

— Duff, debes ir a la escuela.

— No puedo, me siento mal.

— Abre la puerta y hablemos, pequeño.

— No quiero. Por favor, no me obligues a ir a la escuela hoy.

Burton resopló y se puso en el lugar de Duff por un momento; recordó cuando no quería ir a la escuela y su madre le insistía, lo cual odiaba. Así que dejó a Duff tranquilo y volvió a la cocina, en donde se encontraba Slash preparando el desayuno. Al ver que Duff no venía detrás de él, alzó una ceja.

— ¿Y el bebé?

— No quiere ir a la escuela.

— ¿Y se lo vas a permitir? Va a atrasarse.

— Se siente mal.

Slash no se sintió muy bien al escuchar eso, en parte se sentía culpable, ya que Duff había quedado mal desde que les contó sobre su pareja.

— ¿Intentaste hablar con él?

— Ajá; pero no quiere nada con nadie. —suspiró.

— ¿Qué haremos?

— Dejarlo tranquilo.

El moreno no estaba muy de acuerdo con eso, necesitaba saber lo que le sucedía al menor y no podía simplemente relajarse y actuar con naturalidad como Cliff lo hacía. Moría de ganas por insistirle, sin embargo, hizo lo que Cliff le dijo; dejarlo tranquilo.

*\*\*\~

Horas más tarde, Clifford tocó la puerta de la habitación de Duff.

— Duff bebé, vendrán los abuelos.

— ¿Ahora?

— Sí, arréglate.

Al oír pasos alejarse de la puerta, Duff se destapó y se dispuso a levantarse de la cama. Caminó hacia su tocador y se observó en el espejo, viendo su aspecto desaliñado. Trató de arreglarse y se cambió el pijama, poniéndose uno limpio. Cuando estaba triste, lo único que usaba eran pijamas.
Su única motivación para levantarse ese día eran los padres de Cliff que estaban por llegar.

Ellos habían sido muy unidos a Duff y a Slash, los acogieron y amaron profundamente desde el primer momento. Era tanto lo que se querían, que Slash y Duff les llamaban "abuelos".
Duff los adoraba y sabía que ellos lo harían feliz, lograrían sacarle sonrisas que necesitaba, ya que Slash le había roto el corazón.

Cliff le avisó que ellos ya habían llegado, así que salió de su habitación y bajó las escaleras hacia la sala. Al verlos, se sintió muy tranquilo. Rápidamente se acercó a ellos y los abrazó con cariño.

— ¡Duff bebé! —exclamaron felices.

— Los extrañé. —el menor besó las mejillas de ambos.

— Veo que te hiciste un cambio —sonrió la señora Burton, acariciándole el cabello—. Te ves precioso, mi nieto es el chico más bello del mundo. —dijo mientras apretaba levemente la mejilla de Duff, sacándole una gran sonrisa.

— Y a mí que me parta un rayo. —comentó Slash cruzándose de brazos, fingiendo estar celoso.

Ambos mayores rieron mientras negaban con la cabeza y también lo abrazaron.

— Estás cada día más guapo, querido Saulie.

— ¿Tú crees, abuela?

— ¡Por supuesto que sí! —asintió la mujer.

𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora