.38.

110 24 7
                                    

— ¡Felices 18, Duff!

El nuevo mayor de edad, de ya un largo cabello rubio, esbozó una sonrisa amplia.

— Ahora eres un mayor de edad.

— Lo soy, ¿me verás como un chico grande ahora?

— Probablemente —Slash carcajeó—. Hey, tengo...

— ¡Cielo! Feliz cumpleaños. —Johnny se acercó a su novio y lo rodeó con sus brazos.

Duff hizo a Slash a un lado y fue con Johnny, dejando a Slash con las palabras en la boca. El moreno suspiró, un poco dolido.

Aún le era complicado que Duff ya no le prestara la misma atención de antes, mucho menos ahora que tenía novio.

Hace casi un año que Duff y John eran novios. Duff tardó mucho tiempo en decirles a Slash y a Cliff, ya que prefería asegurarse de que John era el tipo ideal. Cliff se encontraba en Corea del Sur por el trabajo y se enteró de todo por llamada. Pasó lo que era esperado; Clifford tuvo una larga charla con Slash sobre el tema.

Pero después de tanto tiempo, Slash era diferente, y no hizo tanto problema; simplemente se enfocó en él mismo y se sintió mejor. Había cosas que no le interesaba saber porque no sabía cómo podría tomarlo, como por ejemplo, saber si Duff seguía siendo vírgen, si había fumado marihuana o bebido alcohol en exceso, etc. Prefería quedarse con las cosas que Duff le contaba y que no lo llenase la ansiedad hasta el punto de colapsar.

A Duff no le gustó para nada que Slash ya no le diera la extrema atención de antes y fuese distante en ciertos aspectos. Duff tuvo que comprender que tenía que cambiar cosas para estar tranquilo, y lo hizo con mucho esfuerzo. Ver como Slash sólo estaba pendiente de él mismo le hizo hacer lo mismo.

Pasaron semanas, meses y un par de años. Duff había cambiado, y su cuerpo también había cambiado. Slash había comenzado a notar esos detalles cuando charlaban y el rubio se hacía notar. Acariciaba disimuladamente sus curvas o volteaba con intención de que Slash viese que sus glúteos habían crecido.

Slash solo desviaba la mirada y lo ignoraba.

Y ahora él era el ignorado. Estaba ahí de pie con un vaso de plástico rojo en la mano, observando a Duff hablar felizmente con su novio, lo cual incluso le irritó. ¿Era correcto lo que estaba sintiendo? No tenía idea, lo que sin dudas sabía era que odiaba ser ignorado de esa forma, particularmente por Duff. Ya no podía tener ni un momento de su tiempo y atención.

El moreno entrecerró los ojos y se alejó de ellos, y de la fiesta en general. Fue hasta un rincón del jardín en el que no había nadie y sacó un cigarrillo, el cual colocó entre sus labios y encendió. Dio una larga calada y expulsó el humo con desgano.

Necesitaba un pequeño espacio lejos de todo, al menos para pensar con claridad sin verse mal en medio de la fiesta.

El cigarrillo pudo calmar su ansiedad, calada tras calada parecía ser una entrega de calma. Slash apoyó la espalda contra una muralla gris y cerró los ojos, los cuales abrió al oír pisadas sobre el césped que no eran suyas.

Duff apareció ahí, con una sonrisa un tanto burlona.

— ¿Qué pasa? —le preguntó Slash.

— Mhm, nada —Duff se encogió de hombros—, ¿me das un cigarrillo?

Saul iba a responderle que no y de paso iba a recalcarle que era apenas un mocoso, hasta que recordó que Duff ya cumplía dieciocho y había madurado. Slash sacó un cigarrillo de su cajetilla y se lo dio junto con el encendedor. Duff encendió el cigarrillo y él mismo guardó el encendedor en el bolsillo izquierdo de la chaqueta negra de Slash.

𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫. ⌞Sluff⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora