41.Me Salvaste.

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Luego de dos horas de operación, y un trasplanté de órganos y como un litro de sangre que le transfirieron a Bruce, la puñalada fue muy profunda y afecto algunos órganos, no fue nada grave, pero tuvieron que hacerle un trasplanté urgente.

Fueron las dos peores horas de preocupación para todo el equipo, pero todo salió bien, y ahora Bruce descansa en una de las camillas del hospital.

La puerta de la habitación se abrió y una pelirroja algo pálida y en bata de hospital, ingreso a la habitación, su cabello rojo estaba suelto y totalmente desordenado y su rostro reflejaba el dolor que sentía en el cuerpo.

Cerró la puerta y las cortinas para luego apoyarse en la pared mientras respiraba profundo, hizo varias muecas de dolor mientras que su mano tocaba su estómago.

-Ahg, esto es mi culpa, no debí levantarme de la cama.-. Susurro mientras se quejaba continuamente por el dolor.

Giro su cabeza y su mirada fue a Bruce, los dos acaban de salir de una operación, pero Bruce se ve mil veces mejor que Natasha, lo cual es curioso porque se supone que Natasha sana con rapidez y ahora pareciera que Bruce es el que tiene los súper poderes que le garantiza salvar su vida.

Romanoff se acercó a él, y como pudo se sentó en la cama, observo el rostro de Bruce un par de segundos y suspiro con una pequeña sonrisa, le alegraba saber que iba a estar bien, y que lo que hizo le había salvado la vida.

-Vas a estar bien, Bruce.-. Susurro mientras miraba su rostro, lentamente acerco su mano a su cabello y acaricio sus rizos.-. Extrañe acariciar tu cabello....-. Susurro mientras sonreía un poco.

Lentamente los dedos de Bruce empezaron a moverse sobre la sabana, movía su mano como si estuviera buscando algo, y realmente eso hacía.

Natasha estaba tan concentrada acariciando su cabello y reviviendo algunos recuerdos con Bruce en su mente, que ni siquiera noto como la mano de Bruce se movía lentamente sobre el colchón y tampoco noto como abría los ojos con lentitud.

Bruce sonrió ante la bella imagen frente a él, por primera vez en mucho tiempo despertó y no tuvo que enfrentarse con su realidad, Natasha estaba junto a él, acariciando sus rizos como solía hacer siempre.

Su mano se paseó por el colchón hasta tocar las piernas de Natasha, eso no era lo que buscaba pero, almenos se aseguró de que eso si fuera real y no una simple ilusión.

Natasha bajo la mirada hasta la mano sobre su rodilla, sonrió un poco al sentir las suaves caricias de Bruce en su piel, otra cosa que había extrañado demasiado, las caricias de Bruce en su cuerpo, la forma de como lo hacía, la forma en la que la trataba, le encantaba, la trataba como una muñeca de cristal, como si con el mas mínimo tacto pudiera romperse.

-¿Tan mal me veo que no me quieres mirar?.-. Cuestiono Bruce con una pequeña sonrisa.

Lo miro sonriendo.-. Hola.-. Pronuncio con una linda sonrisa.

Frunció el ceño y la tomo del rostro con preocupación.-. ¿Qué te paso? Estas tan pálida, y fría....¿Que tienes?.-. Le pregunto muy preocupado.

-Estoy bien.-. Le aseguro mientras sonreía.-. ¿Cómo te sientes?.

-Cansado, y algo adolorido....-. Agrego mientras se acomodaba en la cama a lo que hizo una mueca al sentir una gran incomodidad y dolor en el estómago.

-No te muevas....-. Le pidió rápidamente.

-¿Qué paso? ¿Qué hacemos en el hospital?-.Pregunto mientras miraba a su alrededor y luego miro a la pelirroja.

-Te desmayaste, y te llevamos al hospital, estabas muy mal, la navaja afecto un órgano, por eso sangrabas tanto, tuvieron que hacerte un trasplanté, para salvarte, realmente estabas muy mal, te transfirieron almenos un litro de sangre, creo...-. Explico y dio un largo suspiro.-. Me alegra que estés bien.

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