MASON
Tengo ganas de empezar la nueva temporada...muchas, a decir verdad. Quiero ganar títulos con el equipo de mi vida, pasar a la historia del club.
—Vamos Mase, que llegamos tarde—me saca de mis pensamientos Kai. Me doy cuenta que ya estamos cerca de la puerta de entrada del centro y que se están riendo de algo. Me he sumido en mis pensamientos y no sé de qué están hablando.
—Uy, ¿ quién está en el coche del míster? —Tammy nos señala un coche a lo lejos y de el baja una chica alta y desde lo que alcanzo a ver, castaña.
Me trae malos recuerdos ese color de pelo. Aunque sé de sobra que no todas las chicas son iguales.
Cuando cruzamos la puerta, saludamos a Adelina y vamos directos a los vestuarios. Nos cambiamos tomándonos nuestro tiempo y cuando salimos nos encontramos con Maya, lleva aquí muchos años. No se si es hija de algún trabajador del cuerpo técnico o que pero es una buena chica aunque me fastidia un poco algunas actitudes que tiene, pero todos tenemos nuestros más y nuestros menos.
Viene refunfuñando y quejándose, cuando levanta la cabeza, nos ve y sonríe.
—Hola guapos, ¿ cómo estáis? —nos pregunta y me mira pasándose la lengua por el labio superior.
No lo niego, es linda, rubia y ... bueno... ¿buena persona?
—Bien—contesta Tammy sonriendo. Ruedo los ojos y me río entre dientes, él me da una mirada fea.
—Y a ti ahora ¿qué te pasa? —le pregunta Jorgi.
—Nada. Es que... ha llegado una chica odiosa y se cree la reina, no tiene cerebro—nos cuenta—es la puta personal de Thomas ¡vuestro entrenador, chicos! Me preocupa porque está casado y tiene hijos. ¡Oh dios! encima es feísima y tonta. —ha bajado su tono de voz, pero creo que el hombre que está detrás suya ha escuchado todo lo que ha dicho. Pero ¡está riéndose!
—¿Crees qué es fea? ¿Y no tiene cerebro? —está muy tranquilo y parece divertido.
—Eh en-tre-entrenador—tartamudea y baja la cabeza. —No me lo tome a mal, es la primera impresión que ha dado.
—Vete Maya. No distraigas a mis jugadores. —ha cambiado su tono de voz a uno un poco más duro.
—Claro.—dice por último y sale casi huyendo.
—¿Es ella? —le pregunta Kepa. Está con una sonrisa enorme, pocas veces le he visto sonriendo así. ¿Qué pasa?
—Sí, llegó la semana pasada y está más guapa que nunca. Y más madura.—Thomas tiene una mirada orgullosa y una sonrisa.
De pronto, Kepa sale corriendo hacia el campo y todos los demás no sabemos de quien estaban hablado.
No me puedo creer que mi entrenador le sea infiel a su mujer. No me lo creo, ni me lo imagino. Por dios, todos conocemos a su mujer, es un amor y es preciosa, y también conozco a sus pequeños gemelos. Sé que tiene 3 hijos más, dos hijas y un hijo. Pero no los conozco en persona. Su hija más pequeña era la segunda entrenadora del Bayern, es espectacular, todos los jugadores hablaban más de ella que del propio entrenador.
Me atrevería a decir que es la mejor en su puesto. De acuerdo con lo que he escuchado, se preocupa demasiado por los jugadores, trata sus problemas y les ayuda en todo, tanto lo psicológico como lo físico. Además ha conseguido algo jamás visto, ser ayudante técnica de un club en el fútbol masculino. Yo creo que es un gran logro.
He visto fotos de ella, es muy guapa. Pero no he tenido el placer de conocerla en persona, me encantaría. Sé también que no va a seguir con el Bayern esta temporada, se especula que irá al Real Madrid, el club de su vida, o al PSG que desean conseguir la Champions tanto como nosotros. Todos los clubes la querrían tener en su cuerpo técnico y yo también querría que viniese...con los chicos lo hablamos más de una vez.
