MASON
—¡Afrodita!—chilla desde fuera Finley alias "el tocapelotas"— ¡¡¡Tienes un Mustang!!!—entra directamente sin llamar ni nada.
Me separo un poco de mi alemana y suspiro frustrado porque ha llegado en el peor momento. Sin esperarlo, Fro acuna mi rostro entre sus manos, me lame los labios y deja un último beso antes de mirar al chico.
Suspiro de nuevo.
Me encanta eso que hace al final de los besos. Me lame los labios y me gusta, me gusta mucho.
—Eso ha sido muy asqueroso. Conmigo no lo hiciste—habla Finley con una mueca.
—Porque besas mal, nene. Y eres muy pequeñín para hacer eso—bufa Fro negando con la cabeza.
El chico se sonroja como un tomatito.
—Tengo 17 casi 18 ya, no soy pequeño. Mido más que ustedes juntos—señala.
Y es totalmente verdad. Mínimo medirá dos metros, es una jirafa.
—Da igual. No entres así nunca a una habitación, sala o lo que sea. Es de mala educación—regaña Afrodita y se separa completamente de mi.
—Llevo llamándote desde hace rato...pero es normal, le estabas metiendo la lengua hasta las amígdalas a Mase.
—No soy Mase—advierto—Mason para ti.
—Mason—suspira Fro y me da un golpe en el brazo—No le eches cuenta, Fin.
—Si...lo siento de todas formas.
—Da igual—murmuro porque la chica a mi lado no para de pellizcarme el brazo.
—¡Tienes un Mustang!—vuelve a chillar—Yo también quiero uno.
—Ajam...ya lo tendrás.
—¡Si tiene 17 años!—exclamo confundido.
—¿Y? quiero uno. Pero...son caros. ¿Cuánto cobras? Es mucho.
Bufo ruidosamente. Esa pregunta no se hace.
—Perdón...no debí preguntar eso.
—Fin...no son muy caros...algún día te dejaré conducirlo—propone y yo pellizco su cintura.
Mierda ¿quiere volver a verlo?
—No—susurro entre ella y yo cuando veo que el chico sonríe emocionado.
—Eres la mejor, en serio, quiero ser tu amigo.
Fro ríe y mientras coge su abrigo veo que tiene una sonrisita interesante.
Se gira y se acerca a la puerta donde está Finley.
—Tira—lo saca de la habitación a empujones.
Salgo detrás de ellos y veo cómo interactúan tan unidos que no parece que se conozcan desde ayer. Sinceramente, aunque él tenga tan solo 17 años es un chico muy inteligente para su edad y sus temas de conversación son interesantes.
Siento que han conectado.
Además...no me lo ha dicho pero sé que Londres, por ahora, no es lo que ella esperaba, esperaba algo similar al año en el que estuvo en el Madrid trabajando en el club de su vida con sus amigos de toda la vida.
Me contó esa experiencia con un brillo hermoso en los ojos, literalmente sentí su disfrute y ahora mismo siento que ella no disfruta demasiado.
En realidad, me gusta que haya conocido a un amigo que la haya hecho disfrutar de Londres, aunque sea solo por una noche.
