7.MARAVILLOSOS

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AFRODITA

Estoy mirando fijamente a Kai, él solo tiene la cabeza agachada y juega con sus dedos.

—Si no me dices que es lo que te preocupa, no podré ayudarte y no jugarás los partidos hasta que mejores. Y no te conviene no jugar—digo tranquilamente.

—¡No! Claro que quiero jugar. Estoy entrenando bien y mejoraré, lo prometo—responde preocupado.

—Llevamos unos cuantos entrenamientos y no has hecho nada bien... No te ríes, que no tienes porqué, pero si estás haciendo algo que te gusta. Que menos ¿no? No participas. No te involucras.

—Mejoraré—insiste.

—Thomas quiere que juegues pero yo no lo veo viable a largo plazo. Si juegas y no lo haces bien en un partido en dos, en tres... la gente te criticará y no estás preparado. Es mejor que no juegues dos partidos y juegues diez pero motivado.

—Sólo pido un entrenamiento más y ya decides...—casi me está suplicando. 

Me levanto, me acerco a él y acuno su rostro con mis dos manos. Lo miro fijamente.

—¿Estás seguro?—pregunto solo por protocolo, sus ojos parecen un espejo dónde puedo ver su inseguridad y estoy segura que no está al 100%.

—Sí—contesta después de unos minutos.

—Quería saber si maña... ¿Qué hacéis? —Mount entra sin llamar. Está en todos lados.

—No te incumbe. Estamos hablando de cosas importantes, no puedes entrar así...—no me escucha solo mira a Kai— Te agradecería  que salgas—le señalo la puerta. Este chico es exasperante.

—Ya veo...¡si estabais apunto de besaros!—exclama con el ceño fruncido. 

—Tienes los ojos opacos—me dice Havertz. Todavía me mira fijamente—¿Te han echo daño?—pregunta susurrando.

—Cuándo me cuentes tu secreto, te cuento el mío—le sonrío de lo bonito que es—Ahora, déjame a solas con este grano en el culo—señalo a Mason, se ríe suavemente.

Se levanta y me da un abrazo. No me lo esperaba. Cuando pasa al lado de Mount le da unas palmaditas en la espalda y sale.

—Quería saber si mañana toca gimnasio o no—dice después de unos minutos.

—No soy el entrenador—digo cruzándome de brazos y sentándome en el borde del escritorio.

—Thomas me dijo que tú hacías el planning.

Eso es mentira. Bueno sí, yo lo hago pero ya se lo he dado. Es más, le he dado el de toda la semana. 

Y encima hoy por la mañana temprano después de mi noche con el irlandés me vi vídeos del Bournemouth, el primer contrincante de la temporada, y le mandé por correo todo lo importante. El partido es el sábado que viene y estamos a miércoles, he adelantado bastante.

—Se lo di hoy a primera hora.

—Oh bueno. Dímelo no te cuesta nada—y sigue. Me rindo.

—Gimnasio.

—Muy bien—sonríe complacido.

—Ya te puedes ir—digo girándome y volviendo a sentarme en mi sitio.

—¿Y de qué estabais hablando Kai y tú?—me ignora y sigue preguntando.

—De lo metiche que eres. No te enteras ¡que no te incumbe! 

Es un dolor de cabeza este chico.

—Es verdad lo que dice Kai, tienes los ojos brillosos pero opacos....—se acerca para mirarme fijamente—También tienes lo ojos marrones más bonitos que he visto. Por cierto me creía que tus ojos eran azules o verdes, digo...todos tus hermanos tienen esas tonalidades. Y en las fotos que he visto son verdes creo o azules, bueno no me acuerdo. Juraría que verd...—y sigue intentando descifrar. No se calla.

Un amor a medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora