AFRODITA
2 días después (20 noviembre)
Me rasco la frente y suspiro pesadamente. El día ha empezado bien, pero Kai me lo está poniendo difícil.
—Baja, Kai—suplico por quinta vez mientras cruzo mis brazos encima del techo del coche.
—¿Es oficial?—pregunta de nuevo.
—Te lo dije ayer—mascullo cansada.
—Ayer me dejaste plantado para ir a ver tu novio no oficial.
Bajo mi cabeza y lo miro atónita.
No acaba de decir eso.
—¡Cuando supiste que Gala estaba abajo en su nuevo departamento deshaciendo las maletas, bajaste casi corriendo!—exclamo.
Se le forma una sonrisa y me mira de reojo.
—¡No me contaste que le pediste salir a Mason!—cambia de tema cuando ve que no lleva razón.
—Si ya lo sabes, ¿qué quieres que te cuente?
—Se supone que somos amigos, me lo tienes que contar.
—Le pedí a Mason ir despacio, no quería que nadie lo supiese. Joder, ni siquiera lo saben mis padres.
—Pues lo saben todos.
—¿Todos? ¿A quién te refieres con todos?
—¡Hola, Fro Mount!—saluda chillando Ben desde la entrada del centro.
—Todos es todos—aclara Kai, esta vez bajando del coche y sonriéndome como si nada hubiera pasado—Te perdono por no contármelo pero me lo pagarás.
—¿Con qué?—resoplo.
—Pasaremos la tarde juntos.
Vuelvo a suspirar.
Miro a Ben que sigue sonriendo y saludando con la mano, Kai solo se ríe de mí.
—Después de la sesión.
Resopla y empieza a negar pero no se va a salir con la suya.
—Ni hablar. No hay ninguna manera de que te escaquees del entrenamiento y de la sesión de después.
—Creí que siendo novia de Mase serías más indulgente.
—Pues ya ves que no.
—Amargada.
—Si soy—contesto orgullosa, él rueda los ojos—Eh...¿Qué tal Alemania?—pregunto con cautela.
Kai me regala una pequeña sonrisa y se acerca a mí despacio.
—No he hablado con ninguno de los dos—dice refiriéndose a su ex novia y ex mejor amigo—He estado con mi familia y con mis animales. ¡Mejor terapia que la tuya!—exclama haciéndome reír.
—No puedo competir con animales, son adorables y yo soy una amargada sin carisma.
—Aún así te quiero—pasa un brazo encima de mis hombros y nos hace caminar a los dos juntos—¿Y tú?
—He estado aquí en Londres, con Alex.
—Klopp—hace una mueca y niega—Lo conocí una vez, en una discoteca.
—Es su hábitat natural.
El comentario le hace soltar una risita, una risita muy de Kai.
—Es muy adulador y coquetea mucho. Demasiado. Hasta con hombres—susurra como si fuese un secreto.