32.¿TÓXICA?

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AFRODITA

30 noviembre.

—¿Has ido alguna vez a Sevilla?—pregunta Kai.

Dejo de mirar a los chicos para mirarlo, me lo encuentro con una sonrisa sugerente.

—Deja de pensar en lo que estés pensando.

—No estaba pensando en nada—murmura agachando la mirada.

—Eres altamente manipulador.

—¿Ha funcionado?—pregunta riendo.

—No ha funcionado nada pero desembucha.

—No vas a querer.

Frunzo el ceño y ladeo la cabeza.

—¿Entonc...

—Iremos a Sevilla mañana y siempre damos un paseo...no quiero.

Me relajo y asiento.

—Eso se puede arreglar, podemos hacer otras cosas.

—No me entiendes—susurra, se acerca a mi lado y carraspea—Quiero que nosotros tres, únicamente nosotros tres, visitemos la ciudad.

—No—niego rápidamente.

Eso está más que prohibido.

Además, sé a quién se refiere con nosotros tres y la tercera persona no me es grata en este momento.

—Pero escucha primero.

—Es una estupidez, Havertz—digo molesta—Está prohibido y lo sabes.

—El entrenador es tu padre, si le pedimos el favor...

—¿Mi padre? Es el mismo que lleva más de dos semanas cuidando cada paso que doy.

—Te escuchará.

—No, Kai.

—Por favor, mi vida, por favor—suplica.

—Que no.

Frunce el entrecejo y bufa antes de irse hacia el otro lado donde están los de siempre haciendo absolutamente nada.

—Poneros a trabajar—grito para que me escuchen. 

—¿Qué pasa ahora?—pregunta Thomas asustándome.

Jodidamente me tiene harta. Me vigila como si estuviera pendiente de juicio.

—Nada—gruño.

—El tono, señorita.

—Nada, entrenador—murmuro para complacerlo y que se vaya a joder a otra parte.

—¿Qué le pasa a Kai?—pregunta pero cuando voy a contestarle añade:—Y nada no es una respuesta.

—Quiere hacer una cosa que no vas a aceptar—confieso.

—¿Algo vinculado a Sevilla?

—Sí.

—Hazlo. Haz lo que te pide. Lo necesito al 100%.

Lo miro rápidamente y él se encoge de hombros.

—Pero que yo no me entere. Incluye a Mason—hace una mueca—Ya habéis discutido por lo que veo.

—No—susurro frunciendo el ceño. ¿Cómo se ha dado cuenta?

—Frunces la nariz al mentir—me recuerda, se va sin dejarme decir nada más.

—¿Hablaremos?—pregunta Mason a mi lado.

No salgo de uno que ya me viene otro.

Sacudo la cabeza y señalo hacia donde están todos.

Un amor a medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora