Año 2017; unos días antes...
Takemichi se desplomó en el sofá, el mismo donde había despertado hacía tan solo unos minutos. Se revolvió su cabello negro y suspiró antes de mirar a Naoto. Su cómplice se encontraba frente a él, sentado en una silla, con su gran pizarra llena de anotaciones a su espalda. El ambiente estaba serio, y él estaba cansado.
Celeste se dejó caer también en el sofá, junto a su amigo. Ella portaba una sonrisa, siempre dispuesta a no dejar que los demás se deprimieran.
—Repasemos —dijo Naoto, rompiendo el silencio mientras se volteaba en su silla con rueditas—. Halloween del año 2005, muere Kazutora a manos de Sano Manjirō. Esto desencadena una serie de acontecimientos que llevan a la transformación de la pandilla de la Tokyo Manji, convirtiéndose en la mafia Tokyo Manji.
—Manji perdió la razón por completo con Tora —añadió Celeste, volteándose a ver a Takemichi.
El Hanagaki también dirigió su mirada dónde la pelirrosa. La encontró seria, preocupada y desesperada, ella ya no podía ocultar sus emociones.
—Por lo de que asesinó a su hermano y luego lo culpó sin una pizca de empatía —razonó el chico, por lo que le había contado la misma Izumi. La verdad era que algo de su razón tenía Manjirō para perder la compostura—. A pesar de que Mikey-kun testificó a su favor y no lo tendría en cuenta, Kazutora se empeñó en culparlo y decir que lo asesinaría.
Celeste negó. Llevó ambos codos a sus muslos y se apoyó de ellos para enterrar su cara entre sus manos.
—Tora-chi no lo hizo porque quisiera, él no sabía nada —explicó, volviendo a voltear su rostro para regalarle a Takemichi una sonrisa triste—. Cuando Tora-chi era un niño tuvo muchos problemas familiares, nunca tuvo amigos. Kei fue quien lo encontró, pero realmente, quien lo salvó, fue Manji. Manji fue quien lo defendió de su propio padre, quien lo salvó cuando estaba siendo golpeado por otra pandilla. Manji siempre ha tenido el poder de crear admiración y respeto en las personas, Tora-chi no fue la excepción.
—Por eso mismo, cuando mató a su hermano-
Naoto intentó decir algo, pero Celeste lo cortó sin tan siquiera mirarlo, ella solo tenía ojos para Takemichi, quien escuchaba atentamente su historia.
—Por eso mismo, cuando mató a su hermano, Tora-chi entró en un estado de negación. No podía aceptar que fuera él la causa de la tristeza de la persona a la que admiraba, por eso se refugió bajo la excusa de que había sido culpa de Manji. ¡Era un niño de doce años! ¿¡Quién con doce años toma buenas y maduras decisiones!? Imagina con un tema tan sensible —añadió, un poco más exaltada. Perdonar a Kazutora por lo que había hecho había sido difícil para ella, pero comprenderlo, eso lo hizo desde el primer segundo.
—Yo con quince huí de mis problemas igual que Kazutora —añadió Takemichi, colocando una mano sobre el hombro de Celeste. Él la apoyaba, y necesitaba transmitirselo—. Kazutora y yo no somos tan diferentes, yo encontré mi forma de escapar, y él la suya. Salvaremos a Kazutora, lo haremos abrir los ojos, yo y la Celeste de hace doce años.
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Wabi-sabi •|Tokyo Revengers|•
Fanfiction─✎WABI-SABI┊Hace referencia a la capacidad de encontrar la belleza, armonía y el bienestar en la imperfección.❞ ─── Él... Era un desastre, un chico que vivió un pasado horrible y cargó consigo un peso inimaginable. Temido por muchos y respetados po...