Silencio, un silencio sepulcrural era lo que reinaba en aquella sala de espera, en la que solo rompía el mutismo los descontrolados lamentos de Emma. Takemichi había subido a la ambulancia con Draken, por lo que había llegado primero, pero seguido él llegaron Kyomi, Hina, Emma y Mirai; algunos escasos minutos más tarde se incorporaron Akkun y toda la banda, Hinata los había llamado hacía un tiempo, y aunque lamentablemente no habían podido estar allí en la pelea, al menos lo estarían en el momento más tenso de la vida de todos.Emma lloraba en los brazos de Hina, quien la sostenía y trataba de mostrarse fuerte. Kyomi se encontraba en una esquina, sola, recostada a la pared, ella no creía en Dios, pero ahora mismo estaba rezando. Mirai se hallaba cerca de los asientos, miraba a Kyomi a veces, y en varias ocasiones intentó acercarse a ella, pero no sabía que decir y temía que cualquier palabra de su boca solo empeorara las cosas.
De pronto el silencio fue alterado por unos gritos y exclamaciones provinentes del pasillo continuo, y segundos más tarde, Takemichi —quien se había ido con Mitusya y Pe a charlar— regresaba con Mikey, Celeste y compañía. Lo primero que hizo Manjirō fue ir donde su hermana y depositar su mano sobre el hombro de la misma, en modo de compasión y comprensión; lo segundo fue dirigirse hacia Kyomi y mirarla en silencio, ella alzó la vista por primera vez en mucho y murmuró el nombre de su amigo, él le dedicó una sonrisa fugaz, completamente apenado, hasta Mikey sabía de los sentimientos de la Kobayashi hacia Draken, así que entendía su dolor y frustración. Durante un instante todos miraron al Sano caminar hasta la puerta del salón de operaciones, y mientras este daba un pequeño discurso a través del cual aseguraba que Draken saldría de esa, Celeste se colocó junto a Mirai con un semblante serio.
Poco después Manjirō se dirigió a una de las sillas, cerca de la Hoshizora y la Izumi, él fue el único capaz de tomar asiento en un momento así. Todos lo habían escuchado y ahora lo observaban sin disimulo alguno. Pero a Mikey no le importó tener todas las vistas sobre su persona, estaba demasiado concentrado recordando todos sus momentos junto a Ken.
En los próximos minutos la puerta del salón se abrió, todos se alarmaron y recibieron al doctor esperando nuevas noticias, mas el hombre negó apenado.
—Ha perdido mucha sangre. La herida era demasiado profunda, y si no se llega a atender adecuadamente antes de que llegaran los primeros auxilios hubiera muerto, quien haya contenido la hemorragia le salvó la vida a este chico —explicó, mirando a la panda de adolescentes frente a él. Le preocupaba que allí no hubiera ningún mayor—. Esas son las buenas noticias. Me temo que la cosa no termina allí, a pesar de estar vivo su amigo está muy inestable, necesita una transferencia de sangre o podría llegar a morir.
—¿Entonces qué esperan? —inquirió Emma, desesperada—. Hagan la transferencia.
—Lo siento, señorita —dijo el adulto, negando con su cabeza—. El festival, el mal clima, las condiciones adversas. El transporte que enviamos al banco de sangre podría tardar hasta dos horas, y su amigo no aguantará tanto.
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Wabi-sabi •|Tokyo Revengers|•
Fanfic─✎WABI-SABI┊Hace referencia a la capacidad de encontrar la belleza, armonía y el bienestar en la imperfección.❞ ─── Él... Era un desastre, un chico que vivió un pasado horrible y cargó consigo un peso inimaginable. Temido por muchos y respetados po...