─✎WABI-SABI┊Hace referencia a la capacidad de encontrar la belleza, armonía y el bienestar en la imperfección.❞
─── Él...
Era un desastre, un chico que vivió un pasado horrible y cargó consigo un peso inimaginable. Temido por muchos y respetados po...
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Celeste y Kyomi obligaron a Hikari a acompañarlas contra su voluntad, la pequeña se negó durante mucho tiempo porque no quería ser un estorbo, y no fue hasta que su hermana Mirai le rogó que fueran juntas al festival que no cedió. Así que, emocionada porque iría con su hermana y varias amigas, Hikari se vistió con su yukata lo más rápido posible. Nozomi estaba muy feliz de ver a sus dos hijas crecer de ese modo.
Se les hacía un poco tarde, por lo que debieron apresurar el paso hasta la entrada del festival. Celeste era la más ávida, siempre hablando impedía que la llama de la conversación que sostenían las demás se apagara. Kyomi le seguía la rima por poco a su amiga pelirrosa, ambas rememoraba tiempos de los orígenes de la ToMan y hablaban también de todos los miembros, haciendo énfasis especial en Baji, Mitsuya, Draken y por supuesto, Mikey.
A la entrada del festival, desde lejos, Celeste pudo ver a Emma y Hina caminando, esto solo la hizo ensanchar su sonrisa, y mientras Kyomi y Mirai hablaban, alzó su mano y gritó con todas sus fuerzas:
—¡Oigan, chicas!
Mirai dio un pequeño brinco en el lugar por el susto, Celeste venía a su lado y ella pudo escuchar mejor que nadie los decibeles alcanzados por la Izumi.
Hina y Emma detuvieron su paso al escuchar esa voz familiar y voltearon a ver a todas las chicas. Sonrieron y decidieron esperar en el lugar a que ellas se incorporaran.
—Es un buen momento para separamos —comentó Kyomi, dándose media vuelta, había notado la prescencia de Emma y ahora quería escaparse.
Celeste tomó del cuello del yukata por la parte trasera a la bicolor, impidiendo que saliera corriendo.
—No seas gallina —dijo la de orbes dorados, arrastrándola con ella.
—¿Qué sucede? —inquirió Mirai, al notar la magnitud de la escena. Kyomi realmente parecía querer escapar con todas sus fuerzas, y Celeste debía ser muy fuerte para poder jalar a su amiga tan fácilmente.
—¿Recuerdas lo que te conté de Omi-chan y Emma? —cuestionó Celeste, arqueando una ceja sin parar de caminar; no quería ser descortés, pero Hikari no tenía por qué enterarse de cuáles eran los sentimientos de Kyomi, así que utilizó palabras que le dieran una vaga idea a la castaña sin concretar el mensaje. Al ver a Mirai asentir prosiguió—. Pues, Draken ha aceptado venir con Emma al festival.
Un bombillo se encendió en la cabeza de Mirai y todo cobró sentido. Poniéndose en la posición de Kyomi, la entendía, a ella tampoco le gustaría asistir al festival con la cita de Manjirō —hipoteticamente hablando—.
—Hola, chicas —saludó Hina, al ver a tan solo dos metros a sus nuevas amigas. Tenía una deslumbrante sonrisa en su rostro.
Por su lado, Emma parecía un poco intranquila. La verdad es que le daba un poco de pena Kyomi, ellas eran amigas, y aunque hubieran decidido luchar por el amor de Draken, la quería tanto que no le gustaba que los viera juntos.
