Capítulo 19

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Hikari y Nozomi abrieron sus ojos de par en par, tanto que parecía que se les querían salir. Se encontraban una al lado de otra, incrédulas ante los que veían. Cuando Mirai les había dicho esa mañana que unas amigas pasarían a recogerla para salir a algún lado realmente no lo creyeron; la castaña nunca había compartido con mujeres de su mismo sexo y tenía preferencias y gustos que encajaban más con los varones, por eso y muchas otras razones toda su vida había sido excasa de amigas... hasta ahora.

Era día libre en la cafetería, por lo que ellas se encontraban preparando cosas en la cocina, a Hikari le gustaba pulir sus habilidades culinarias en los tiempos libres, mientras que Nozomi disfrutaba compartir tiempo con su hija. Ambas sintieron la puerta, como de costumbre con Mirai no se podía contar para abrirla, seguramente estaba revoloteando en su habitación como mariposa sin hacer nada, así que fueron ellas las que atendieron a los visitantes. Ahora, en el lugar vacío de su local, estaban las dos Hoshizoras y dos muchachas más, jóvenes, atractivas, hermosas.

Los labios de la mayor de todas temblaron y quiso decir algo, mas no pudo.

—¿¡Quién era!? —inquirió Mirai, rompiendo el silencio. Se había asomado por las escaleras, y al ver a su amiga Celeste acompañada por la persona a la que está quería presentarle se le dibujó una gran sonrisa en el rostro—. ¡Cele!

Mirai correteó dónde la pelirrosa, esperando ser recibida por algún comentario o sonrisa traviesa; en cambio, cuando llegó a su objetivo solo pudo encontrar a su amiga encogida de hombros, con las mejillas un poco ruborizadas. A su lado, la chica que ella reconoció como Kyomi, sonreía de medio lado clavando sus ojos sobre Celeste.

—Vaya, parece que alguien está avergonzada —comentó socarrona, sin variar mucho su semblante. Este era el momento de devolverle las burlas que durante muchos años había estado sufriendo por parte de la de dorados orbes con respecto a su situación con Draken.

—¡No estoy... —refutó velozmente Celeste, girándose a ver a Kyomi. Rápidamente se dió cuenta de que debía guardar su personalidad impulsiva y agresiva para su interior si no quería asustar a la familia de Mirai, así que se volvió a encoger de hombros y agachó la cabeza queriendo que la tierra se la tragara.

Mirai parpadeó consecutivas veces mientras vislumbraba a la castaña burlarse sin muchas palabras de la Izumi. Ayer en la noche Celeste la había llamado, le dijo que quería que ella y Kyomi se conocieran, así que debían planificar una salida entre las tres; durante mucho ambas estuvieron platicando se varias anécdotas, en muchas salió a relucir el nombre de Kyomi y parecía ser buena chica. Habían quedado en verse, justo un día antes del festival.

Hikari aprovechó ese momento de despiste de todas y corrió a su habitación. Nozomi echó una ojeada al lugar que había abandonado su hija, pero su curiosidad por saber que estaba pasando alante podía más que la razón por la cual la pelinegra se había lanzado a correr de ese modo.

Wabi-sabi •|Tokyo Revengers|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora