AQUA Healing Heart

Capítulo 39

"Liv, que inesperada noticia saber que eres hija de Erik. Eso explica muchas cosas. Necesitamos hablar, espero puedas regresar a la mansión. Por favor, mantén mi secreto.

P.D. Seguimos siendo amigos, ¿no?

Peter."

Liv releyó la pequeña carta al menos tres veces, fue imposible no sentirse mal por Peter. Tal vez él pensaba que Erik abandonó a su madre por ella. Probablemente, Peter creía que Liv le había arrebatado la oportunidad de tener un padre.

Aún con el sentimiento de culpa, abrió con lentitud la siguiente carta. Estaba nerviosa, temía el repudio por parte de Alex y con las manos temblorosas comenzó a leer la carta.

"Querida Liv"

Ella repetía en su mente la primera línea, querida Liv, querida Liv, querida Liv, querida...

Esa primera línea ya era algo, y sin detenerse continuó leyendo.

"Probablemente pienses que todos aquí te odiamos, y con gusto puedo decir que estás equivocada. Estamos confundidos y nos gustaría una explicación, pero el Profesor no ha querido decirnos nada. Casi no sale de su estudio y se la pasa bebiendo, no lo reconozco.

Ororo se ha quedado cargo de la escuela, y lo hace de maravilla. Muchos estudiantes preguntan por ti y cuándo volverás, y no sabemos que responder. Para ser honesto, también me pregunto lo mismo."

Liv soltó un pequeño grito de felicidad, hasta ahora el contenido de la carta le daba esperanzas.

"Siento ese impulso de salir a buscarte. ¿En dónde estás Liv?"

Ella se cubrió la boca para evitar gritar, no podía creer lo que estaba leyendo.

"Me siento algo tonto escribiendo esto, tal vez no sientas lo mismo que yo. Antes de que recuperaras tu memoria, creí que podía pasar algo, pero esa Liv que conocí no es la misma que está leyendo esta carta. ¿Estoy en lo correcto o me equivoco?

Me encantaría saber quién eres en realidad. Hay tanto por saber.

Con cariño,

Alex."

Liv derramó un par de lágrimas al terminar de leer la carta. Las palabras de Alex la hicieron reflexionar en que la mayor parte de su vida la había pasado fingiendo. A cualquier lugar que ella y Erik llegaban, debían de inventarse otra identidad y vivir en la mentira que habían creado.

— Liv, ¿todo bien?

Las palabras de Erik provocaron que Liv dejara de sollozar, y a pesar de la respuesta afirmativa por parte de su hija, él entró de cualquier forma.

Vaya padre entrometido, pensó Liv.

— No tocaste — dijo ella y aclaró su garganta — Claro, olvido que ninguna cerradura te detiene.

Él hizo caso omiso al reproche y fue directo a la cama para sentarse junto a Liv.

— Has llorado — declaró Erik y Liv limpió las lágrimas de su rostro evaporándolas en el aire — ¿Es por esas cartas?

Ella tomó las hojas de papel y las aprisionó sobre su pecho, luego asintió. Quería decirle lo que la carta de Alex le hizo pensar, quejarse por todas las veces que tuvo que fingir su identidad, pero Liv permaneció callada.

— Vi que Hank te entregó algo, y tenía que asegurarme que no se tratara de algo malo — dijó anticipando la pregunta de Liv.

— ¿Nos espiabas?

— Te cuidaba, ahora, ¿qué dicen esas cartas que te hicieron llorar?

Él extendió la palma de su mano pero Liv se rehusó a entregar aquellas hojas de papel. Erik no se mostró insistente, sonrió débilmente dispuesto a salir la habitación.

— Ninguna carta es de Charles si es lo que querías saber.

Erik no pudo evitar sonrojarse tras escuchar ese nombre, eso lo delató. Claramente, las intenciones de averiguar quién le había escrito a Liv eran para saber si Charles era uno de los remitentes.

— ¿Qué hay entre ustedes dos?

La pregunta de Liv lo hizo ponerse nervioso, no sabía cómo explicarle a Liv la complicada relación entre él y Charles. Para ser honesto, nunca había tenido que dar una explicación sobre lo que sentía por Xavier, pues los demás inferían lo que pasaba entre ellos.

— Bien, no me respondas por ahora — aquellas palabras le dieron alivio a Erik — Pero conozco lo suficiente sobre el mundo para saber que el amor, o al menos la atracción, no se da exclusivamente entre hombres y mujeres.

Erik miró con sorpresa a Liv mientras ella sonreía de forma traviesa guiñándole un ojo.

— Y esto — Liv agitó sus preciadas cartas en el aire — es un asunto personal que debo resolver lo antes posible. No es nada grave, pero quizás rompí un par de corazones durante mi estadía en la mansión — bromeó y volvió a guiñarle el ojo a su padre. Él sonrió mientras negaba con la cabeza.

*

Alex ayudaba a Ororo con el papeleo, había que ordenar documentos y desechar los que ya no eran importantes. Estaban por terminar cuando el teléfono instalado en la oficina improvisada sonó.

— ¿Sí? — Alex decidió contestar y escuchó la voz de Hank de inmediato. —Es Hank — dijo a Ororo quien preguntaba con señas de quien se trataba.

— Alex, que bueno que eres tú quien contesta. Hay alguien que quiere hablar contigo.

El rubio sintió una punzada en el estómago. Sabía que Hank se había marchado junto con Raven, y lo más probable es que fueran a donde estaban Liv y Erik. Así que podía imaginarse de quien se trataba.

— Hola Alex.

La voz femenina confirmó sus sospechas. Alex pronunció el nombre de la chica y Ororo se sobresaltó.

— ¿Es Liv? ¿Cómo está?

Alex ignoró a su compañera pero dejó que se acercara para escuchar.

— Liv... — Alex no sabía que decir, si debía saludarla o preguntarle si se encontraba bien.

— Recibí tu carta y tienes razón, hay mucho que debes saber. Lo he pensado y entre más pronto aclaremos las cosas, será mejor para ambos. ¿Crees que podamos vernos?

— ¿Cuándo? — Alex respondió sin pensar.

— Mañana por la tarde, en el mismo lugar donde fuimos a bailar la última vez. ¿Lo recuerdas?

— No podría olvidarlo.

— Estaré esperando — dijo Liv y colgó.

Ororo miró con sorpresa a Alex y lo sacudió un poco para que reaccionara.

— Entonces, ¿eso es una cita?

— Al parecer lo es, terminemos el papeleo — contestó sonriente Alex.

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Hola, nuevamente después de un buen lapso de tiempo vuelvo con otra parte de la historia. Espero poder darle cierre este año, pero mientras eso pasa, díganme ¿qué les pareció este capítulo? Apreciaría mucho sus comentarios.

Gracias por leer.