Capítulo 15

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Liv parpadeó antes de despertar por completo. Sentía el cuerpo entumido, con pesadez apartó las sabanas y se estiró, algunos huesos le tronaron.

— Vaya, creí que no despertarías.

La desconocida voz masculina la sorprendió, y ella saltó de la cama. Se encontró con un joven de cabello plateado que apenas y la miraba. Ella se acomodó el cabello revuelto y la ropa, se sentó en la cama pues la pesadez de su cabeza la obligó.

— ¿Estás bien? Soy Peter Maximoff — se presentó y le extendió la mano.

Estrecharon manos y con rapidez sobrehumana él volvió al extremo de la habitación. Por un momento el hecho la confundió, luego comprendió el lugar en el que estaba y se le hizo de lo más normal. El reloj en la pared indicaba que faltaba poco para el medio día, Liv sacó de su maleta algo de ropa.

— ¿Te molesta? — sacudió las prendas y Peter entendió.

Con él afuera, se cambió y peino su cabello en una coleta baja.

— ¿Ya puedo entrar?

Liv abrió la puerta, él entro y sin pedírselo tendió la cama donde ella durmió.

— ¿Y tú que haces? — de las manos de ella brotó agua — Genial.

Ambos sintieron confianza para platicar como si fueran amigos de hace tiempo, Liv le contó sobre su llegada y lo poco que recordaba. Él escuchaba con atención.

— ¿Y tú? ¿Qué te trajo aquí?

— Ah... La curiosidad — dijo nervioso, ocultando su verdadero motivo.

*

— Me alegra verte menos confundida.

Liv acompañaba a Charles y Hank en un paseo por los jardines de la escuela. Apenas habían pasado dos días desde su llegada. Descansaron frente a un pequeño lago, su plática cesó por unos minutos, el silencio le permitía a Liv procesar mejor las cosas.

— ¿Encontraste algo útil en tu maleta?

— Nada importante Hank, sólo ropa y otras cosas. Ningún indicio de quien soy y que hago aquí.

La mente de Liv daba vueltas sobre los recuerdos a medias, una y otra vez. Recordaba la cara de su madre, el ruido de una fiesta y se veía a ella misma de pequeña llenando un vaso con agua proveniente de sus manos.

Calma tu mente Liv, deja ir los recuerdos.

Su mente se calmó. Peter tenía razón cuando le dijo que el Profesor la ayudaría.

— Perdona por entrar en tu cabeza sin permiso.

— No pidas perdón por querer ayudar.

Charles rio por lo bajo debido a la manera informal en que ella le hablaba. Todos los estudiantes lo trataban con respeto, pero Liv no perdía el tiempo en formalidades y de alguna forma eso lo hacía sentir más cercano a ella.

— ¿Seguimos con el paseo? — sugirió Hank.

*

Los hermanos Summers regresaron, hecho que obligó a Liv dejar la habitación que había estado ocupando. Por el contrario Peter permaneció, pues había espacio para otra cama.

— Hay que tener en cuenta la posibilidad de construir nuevos dormitorios — dijo Charles mientras checaba algunos papeles.

— Las únicas habitaciones disponibles son... bueno tú lo sabes muy bien.

Xavier sopesó la decisión, no había querido tener en uso esas dos habitaciones pues eran de... ellos. Y estaban reservadas por si algún día decidieran regresar.

— ¿Charles?

Hank lo irrumpió su absurdo sueño.

— Que ocupe la de ella — no quiso mencionar su nombre, pero ambos sabían de quien se trataba — Encárgate de eso Hank.

El recuerdo de tan queridas personas le hizo derramar una lágrima.

Basta Charles, ellos ya no son parte de tu vida.

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