Capítulo 4

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La resolución que Erik había tomado no encajaba con los planes que tenían los demás. Liv escuchaba desde la cocina la discusión que se vivía en ese instante sin tomarle mucha importancia, seguía pensando en su madre. Raven llegó a hacerle compañía, le ofreció un caramelo y Liv lo aceptó sin chistar.

— Sería mejor dejarla en otro lugar, no podemos hacernos cargo de ella — comento Ángel.

— Ella es como nosotros — alegó Erik.

— Entonces debemos ver primero lo que puede hacer — pidió Azazel y se cruzó de brazos.

Erik fue hasta la cocina por la niña para llevarla ante los presentes, Raven fue tras ellos. Liv se sorprendió un poco por la apariencia de Azazel, pero no tuvo miedo. Miro a todos con timidez, haciendo mayor énfasis en Erik. Raven se encargó de presentarlos a todos y de hacer sentir cómoda a la pequeña.

— Bien Liv — Erik se agachó para estar a su altura — Sabemos que puedes hacer ciertos trucos, ¿podrías mostrarnos?

Liv estaba renuente, hasta ahora sólo había manifestado su mutación con su madre.

— Mira — dijo Erik atrayendo un cuchillo de la cocina y haciéndolo levitar, para luego devolverlo a su lugar — Yo también tengo mis trucos, todos nosotros los tenemos.

Liv quedo sorprendida. Raven, quien desde conocerla se mantuvo en forma humana, se acercó y mostro su verdadera apariencia sin temor a represalias. Sin prejuicio alguno Liv acarició la piel del brazo de Mystique, murmurando la palabra azul. Azazel fue de un lugar a otro en repetidas ocasiones en cuestión de seguntos, Riptide formó un pequeño remolino en sobre su mano izquierda, Angel mostró sus alas y Emma cambió por un instante a su forma de diamante. La niña quedó con la boca abierta y decidió que era su turno. Momentáneamente fue a la cocina y trajo consigo una taza y un vaso de cristal. Respiró varias veces y se concentró todo lo que pudo, todos prestaron atención a sus movimientos. Posó su mano sobre la taza, luego de unos momentos, el recipiente contenía agua caliente. Erik levanto una ceja, pero no se atrevió a decir algo y dejo que Liv continuara en lo suyo. En el vaso de cristal, Liv dejó caer un trozo de hielo que salió de su mano izquierda, para luego llenarlo con agua hasta la mitad. Emma hizo un gesto queriendo decir se los dije ante la evidente sorpresa de los demás.

— Impresionante para su edad — admitió Angel

— Bien hecho Liv — dijo Erik.

Pero ahí no acababa el asunto. Liv notó una herida en el brazo derecho de Erik. Le había pasado horas antes, mientras "practicaba" con afilados cuchillos que el mismo se lanzaba. Liv juntó sus manos sobre la lesión para curarla, luego de unos minutos no quedó rastro o cicatriz alguna. Cansada del esfuerzo que había hecho, Liv dio un sorbo grande al vaso con agua. Los presentes sonrieron.

— ¿Y ahora que dicen? — Erik sujetó a la niña por los brazos

— Nos puede ser útil — manifestó Riptide.

Todos asintieron.

— Bienvenida — expresó Emma.

Y por primera vez, desde su llegada a aquel lugar, Liv sonrió ante ellos.

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