Capítulo 18

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Hank le había quitado el arma blanca, y no pudo evitar que Alex se involucrara. En el laboratorio estaban los tres, Liv no dejaba de jugar con su cabello y Alex la miraba divertido.

— Debo admitir que te adelantaste. ¿Es por eso que llevabas un cuchillo?

— Sólo quería experimentar, lo lamento.

— Bien puedes intentar conmigo — Alex expuso su brazo.

— Summers...

Era evidente el interés de ambos por Liv, no importaba la diferencia de edad. Su condición genética les mantenía jóvenes y su comportamiento denotaba cierta inmadurez. Sin embargo, por mucho que Liv le pareciera atractiva a Hank, nadie lograría sacar de su vida a Raven. Por el contrario, Alex sólo había tenido amores fugaces y ninguno logró engancharlo.

— ¿Les parece si los dos participan?

Asintieron, el primero en realizar un corte considerable en la palma de su mano fue Alex. Liv se apresuró a tomar la mano del rubio entre las suyas, cuando soltó su agarre la herida sanó. El mismo procedimiento pasó con Hank.

— Liv, es maravilloso.

— Gracias Alex.

— Tus análisis de sangre muestran que tu salud está excelente, y bueno, los hechos hablan por sí solos. Además, el control que tienes sobre tu mutación dominante y la ventaja que posees...

— ¿Ventaja? — Liv escuchaba con atención y Hank se ponía nervioso por tener los ojos verdes de ella enfocados sólo a él.

— Hasta ahora, he visto que tu hidroquinesis es impresionante, además puedes crear agua. Y teniendo en cuenta que el planeta está cubierto en su mayoría por este líquido y que nuestra composición biológica lo está también... ¿No te parece una ventaja importante?

— O una desventaja — intervino Alex.

— ¿Disculpa? — Liv enarcó una ceja.

— No todos los mutantes son buenos, hay quienes quieren imponerse sobre los demás... La clave está en usar tu mutación para el bien común. ¿O me equivoco McCoy?

— No, no lo haces, pero no abrumes a Liv — respondió con calma.

— Yo no le haría daño a nadie, pero todo esto se está poniendo muy intenso y mejor me voy. Gracias por ayudarme de todos modos. — Liv caminó unos pasos y luego se dio la vuelta — Y aunque no recuerde ni un carajo, sé que estoy del bando que yo creo correcto.

Liv se fue a su habitación confundida. Hace unas horas Alex se mostró muy amable e incluso coqueto y ahora la veía como una posible amenaza. ¿Y si tenía razón? Liv se imaginó estando del lado enemigo pero también siendo una heroína. Suspiro rendida, de nada servía, lo que mejor le funcionaba era cerrar fuerte los ojos y perderse en la espiral oscura de su mente, donde sus pocos recuerdos se convertían en un bucle sin fin.

*

— El paso de los años no te quita lo idiota ¿verdad?

— No del todo — rió Alex — Pero me ha enseñado muchas cosas. Por favor Hank, los dos sabemos que nos interesa Liv, quizás en distinta forma, no hay que negarlo.

— No sé de lo que hablas — Hank se encogió de hombros.

— He visto como la miras, con eso es suficiente — el rubio sonrió al ver que no se equivocaba — Mi punto es que hay que ir con cautela con ella, hasta que pueda recuperar su memoria. No sabemos quién es.

— Ella no es mala, y mientras este aquí el Profesor puede controlarla. No hay nada de que temer.

— Eso espero. Lo mismo pasó con Angel y Raven ...

— No hay necesidad de repetirlo — Hank dijo serio.

— Nos vemos cerebrito — Alex le revolvió el cabello y se fue

Hank se quedó pensando, no le había venido a la mente plantearse el tipo de persona que Liv podía ser. Se sintió mal por ella, y deseo que pudiera recuperar su memoria lo más pronto posible. Pensar en ella y en el recuerdo obsoleto de Raven lo distraía de todos los exámenes que tenía por calificar, así que, colocó su material en orden y se dispuso a su deber.

Por su parte, Alex llegó a la habitación. Vio a Peter y a su hermano dormir, se alegró de no despertarlos. Suspiró lento, quizás había emitido un juicio anticipado sobre Liv. Todo lo que avanzó ese día lo tiró a la basura en un instante.

— Deja de pensar en ella y duérmete — comentó de pronto Scott adormilado.

— Creí que dormías.

— Lo hacía, hasta que ella tocó la puerta — el menor de los Summers se incorporó hasta quedar sentado — Conozco ese suspiro — dijo susurrando.

Alex se cubrió con las sabanas dando por terminada la conversación con su hermano pero no consigo mismo.







¡Hola! La historia ya rebasó las 300 lecturas y para mi significa muchísimo, en verdad. Sólo quiero agradecerles por el tiempo (aunque sean unos minutos) que invierten leyendo todo esto que mi mente crea. Me encanta la idea de compartir parte de lo que soy a través de esta historia. Espero que lo sigan disfrutando y en medida de lo posible, comenten sus opiniones.

GRACIAS

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