Liv es una joven mutante capaz de manipular el agua a su antojo, además de poseer poderes curativos. Su madre, antes de morir, se topa con Erik Lehnsherr y su sequito; dejándolos a cargo de la pequeña Liv. Sin otra alternativa, Erik se convierte en...
Charles sentía la boca seca y trataba de entender el porqué de las vagas conclusiones de Liv. Mientras, ella permanecía sentada y con nerviosismo empujaba la cutícula de sus uñas. El estudio del Profesor era reinado por un ambiente tenso, que aumentó cuando Peter entró sin tocar. Era necesaria su presencia, después de todo, su padre era el involucrado y Xavier pronto lo sabría. Maximoff tomó asiento junto a Liv, la miro en busca de confianza para hablar. Se dieron un ligero apretón de manos y fue Liv quien empezó a hablar.
— Charles aún hay más por decir, por eso Peter está aquí.
— Erik es mi padre — dijo sin más.
Liv lo miro de mala manera por el poco tacto para decir tal cosa. En cambio Charles, abrió la boca en señal de perplejidad. ¿Acaso eso era posible? Quizás sí, sabía que Erik tenía cierta fascinación por las mujeres. Aunque eso fue antes de conocerse.
— ¡Peter! — Liv le propinó un fuerte codazo al chico — Charles, escucha, no se mucho de ti y la relación con Erik, es posible que estemos hurgando en una vieja herida pero en realidad necesitamos tu ayuda.
— ¿Es cierto? — pronunció Charles ignorando lo que dijo la joven — ¿Él es tu padre?
— Mi madre no me mentiría.
Xavier se frotó la cara con ambas manos.
— De acuerdo. Necesito une explicación mejor.
Por unos minutos, Liv contó el resumen de lo pasado. El porqué de sus conclusiones sobre la implicación de Magneto en su amnesia, el muro que se formaba cuando traía a su mente cualquier mención de Erik y la posible cercanía que tendría con el mencionado. Peter fue sincero, diciendo que su estancia en la mansión era principalmente para buscar a su padre. Charles escuchó atento, encontró explicación a lo que antes le resultaba extraño y aceptó en ayudarles sin dudar. Después de todo, para eso estaba él, y sobre todo porque tendría un motivo para buscarlo.
***
Luego de los momentos tensos y de extrema sinceridad, la noche se hizo presente. Liv se ofreció en lugar de Hank, para ayudar a Charles a alistarse para dormir. En la habitación de él, Liv miraba la vieja tornamesa y algunos discos de vinilo. Cuando Charles salió del cuarto de baño, ella espero que su propuesta de sanación fuera aceptada.
— ¿Te gustaba bailar?
Sorprendido por la pregunta se alzó de hombros y asintió con la cabeza.
— Hacía varias cosas, bailar, hacer deportes, dar caminatas.
Liv notó la nostalgia en sus palabras así como la facilidad en que se impulsaba de la silla de ruedas hacia la cama.
— Aprecio que quieras ayudarme, pero casi siempre sólo te quedas mirándome.
— Admiro tu voluntad para salir adelante, es todo.
Ella se buscó un lugar en la cama, no había dobles intenciones, simplemente se sentó cerca de él. Charles sentía que ella se tomaba ciertas libertades para invadir su espacio personal, pero no le preocupaba, hasta donde sabía a ella parecía interesarle Alex.
— Debo dar el ejemplo — un ligero bostezo salió de la boca de Charles. Liv se recostó con poco y mantuvo su mirada en la silla de ruedas. Él se dio cuenta y dio una repentina afirmación — No te sientas mal por mí.
Liv se incorporó, con una mano se apartó algunos mechones de la cara.
— No tendría por qué hacerlo, es sólo que me he preguntado si... ¿hay algo que se pueda hacer al respecto? — temerosa de volver a revivir sentimiento pasados, Liv mordió la parte interna de sus mejillas.
Un suspiro largo y pestañeo rápido hizo que Charles pudiera hablar.
— El daño fue grave, medicamente no había mucho que hacer. Las terapias fueron una esperanza fugaz y luego me resigné. Pero Hank no, el suero que creó para contener su mutación lo uso en mí, modificado por supuesto. Por un tiempo pude caminar, pero esto — se llevó dos dedos a su sien y dio pequeños golpes — desapareció, fue una época muy difícil.
Tras las palabras del Profesor, Liv miró las palmas de sus manos, dudaba un poco sobre si podría revertir el daño. No obstante, un impulso le hizo expresar su idea.
— Yo puedo cambiar eso.
Las cejas de Charles se arquearon en total desconcierto. Liv se sintió tan segura de sí misma que bien podía llevar a cabo su plan en ese momento.
— Ya sé que solo he curado un par de torceduras y heridas leves, pero quiero intentar.
— Liv... por favor no quiero que...
— No voy a fallar.
La determinación en la mirada de Liv hizo sucumbir a Charles.
— ¿Quieres que sea tu conejillo de indias?
— Quiero lo justo.
Charles sonrió un poco, sabía perfectamente que Liv tenía les mejores intenciones y quizás podría volver a caminar, pero era mejor no hacerse ilusiones. Con la promesa de una charla más clara a la mañana siguiente, Liv se fue a su habitación. Esa noche Liv soñó con el preciado recuerdo de su madre, y Charles con los agridulces recuerdos antes del acontecimiento en Cuba.
He aquí otro capítulo, espero sea de su agrado.
Vuelvo a agradecerles por leer esta historia. Hasta este momento, 26 de enero de 2019, la historia esta posicionada en el #2 en la categoría mutantes (aunque a veces aparece en el #3). Lo cual me sorprende, puesto que hay otras historias con más popularidad que la mía. En fin, no se cuanto dure en esa posición, pero lo disfrutare por mientras.
De las historias que aparecen en la imagen, ¿cual han leído? Sólo he leído Ultraviolence, me gusto mucho la historia y el desenlace fue muy grato. Me gustaría leer las otras dos que aparecen, pero yo soy mas Team X-Men. No soy muy fan de Avengers.
Nuevamente, ¡gracias!
Isabel Knight H.
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