Capítulo 9

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Con la cara desmaquillada, Liv se lanzó a la cama. Estaba contenta por volver a ver a sus chicas favoritas, pero sobre todo por la fiesta del próximo sábado. Pete, el chico del que quedo encantada hacia una semana, se atrevió a hablarle para invitarla. Con una sonrisa boba miraba al techo mientras imaginaba todos los escenarios posibles con él. La esperanza del amor juvenil la hizo soñar despierta por un buen rato antes de quedarse dormida.

*

No sabía por cuánto tiempo se quedarían Mystique y Nora, pero disfrutaba tener con quien tener platicar. En los últimos días, Erik había estado haciendo llamadas y se mostraba preocupado. A Liv la tenía sin cuidado, no podía importarle otra cosa más que la fiesta de hoy. Eran las cinco de la tarde cuando empezó a decidir que vestido usar. La nueva canción que escuchó en la radio no dejaba de darle vueltas por la cabeza.

Oh girls just wanna have fun

Alrededor de las siete de la tarde Liv estaba lista, pero Erik tenía otros planes.

— ¿Ahora qué? — preguntó molesta cuando él irrumpió en la habitación.

— Hay que irnos.

— ¿Qué? ¡Estás loco!

La discusión había comenzado.

— Nos tenemos que ir.

Liv dejó de mirarse al espejo, no iba a permitir que su noche se arruinara.

— No voy a ir, y puedes hacer lo que te plazca pero yo me quedo.

Erik movió con suavidad una mano para cerrar la puerta. Con la cabeza le indicó a Liv que se sentara pero ella no lo hizo.

— Obedece. Quítate todo ese maquillaje y haz las maletas.

— ¡No! Ya estoy harta de huir todo el tiempo. Ya me cansé de que me des órdenes. No soy tu recluta, soy tu hija.

— Corres peligro aquí, entiende.

Liv sentía ganas de llorar, pero retuvo las lágrimas. Todo su enojo estaba saliendo a flote, y la rebeldía que no mostró en su adolescencia se hacía presente ahora.

— El único peligro eres tú y tus miedos absurdos. Soy perfectamente capaz de cuidarme sola.

— Discutiremos luego, por ahora hay que irnos — Erik quería mantener la calma y proteger a su niña.

— No, deja de evadir las cosas. Por una vez déjame ser yo quien tome las riendas de mi vida. Ya no soy una niña.

Raven y Nora podían escuchar la discusión desde la planta baja, pero se negaban a irrumpir.

— Entonces, llegar todos los días tarde a tu casa, ¿te parece ser adulta? Vestirte así y comportarte como lo haces, ¿es sinónimo de adultez?

Erik ya se había enojado, toda la paciencia se esfumó de su ser. ¿Por qué Liv no podía ver que él quería lo mejor para ella? Liv se quedó sin respuesta, pero no la necesitaba pues sus ojos decían todo lo que a ella le costaba trabajo decir.

— ¿Lo ves? Nos vamos en media hora.

— Ya te dije que yo no voy a ir.

— ¿Por qué eres tan terca?

— No tengo que recordarte quien me enseño.

— ¡Dios, Liv! — Erik se frotó la cara con las manos — Ve esto como una misión que debemos cumplir.

— ¿Una misión? Tú sí que estás mal de la cabeza. Nunca me has dejado ir a una misión, tanto entrenamiento para nada. Te lo repito, no voy a ir contigo.

— No me dejas opción — Magneto totalmente furioso aprovechó la base metálica de la cama para atar de manos a Liv, quien por más que forcejeó no pudo liberarse. — Vuelvo por ti.

Liv gritó, e incluso lloró de coraje. Estuvo un rato mas así, hasta que recordó que podía escaparse. Solo necesitaba mucha concentración.

Perdóname papá.

Respiro profundo, mientras sus manos se evaporizaban para liberarse de sus ataduras. Con otra respiración, las manos volvieron a su lugar. Liv se limpió las lágrimas y se arregló el maquillaje. Abrió la ventana para saltar, se lastimó un pie pero se curó con rapidez. Así que corrió, otra vez corrió a lo que según ella era la libertad.

Oh girls just wanna have fun

AQUA Healing HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora