Capítulo 25

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Había sido un día pesado para Liv, recostada sobre su cama trataba de ponerle calma y orden a su vida. Faltaba poco para la medianoche y no tenía sueño. Salió de su habitación, paseó por fuera de los dormitorios, se dirigió a la cocina, para finalmente detenerse en el estudio de Charles. Por impulso, ella entró. El Profesor estaba sentado en el piso, de espaldas a la puerta y sostenía un vaso ya vacío. No lucía como el respetable Charles Xavier.

— Qué bueno que llegas Hank.

— No soy Hank — con trabajo Charles se las arregló para girar y ver a Liv — Hola — dijo algo tímida.

— Hola — respondió con una mueca que apenas se asemejaba a una sonrisa.

Liv se acercó a ayudarle, pero él no la dejo. Su aliento decía que había estado bebiendo lo suficiente para quedar ebrio. Sin dudar, Liv le colocó una mano en la sien, por unos momentos ella sintió el dolor de cabeza de una resaca. Se alejó un poco, Charles sacudió su cabeza y se sintió como nuevo.

— Andando.

Ambos se ayudaron para que Charles pudiera volver a su silla de ruedas. Llegaron a la habitación de él, les fue fácil pues toda la escuela estaba adaptada para la fácil movilidad de Xavier.

— ¿Hace cuánto que no tomas?

— Hace mucho.

Liv le ayudó a ponerse el pijama y meterse a la cama, Charles aún se sentía un poco mareado.

— Vaya día — dijo tras un suspiro — ¿Qué te pareció el entrenamiento? ¿Te unirías a nosotros? Nos vendría muy bien alguien con tus habilidades curativas.

Liv lo pensó un momento y se sentó junto a Charles, como si eso la ayudara en su decisión. Le agradaba la idea de ser una clase de heroína. Pero el saber que podría tener algo que ver con Magneto la hacía dudar. No podría escoger, no hasta recuperar su memoria.

— Es algo que tengo que pensar. Antes tendría que hacerme amiga de Jean.

— Es cierto — él rio suavemente — No le agradas, me lo ha dicho. Y después de vencerla... — dejó la oración inconclusa.

Recordar el momento le hizo poner los ojos en blanco.

— No tiene razón para odiarme por vencerla, de todas maneras ella es más poderosa que yo.

Él asintió. Luego un silencio se adueñó de la situación. Liv se concentró en cómo decirle a Charles que ella podía ayudarlo para que volviera caminar. Él se quedó observándola y entrecerró un poco lo ojos, pues por una razón desconocida, le encontraba cierto parecido a Erik. Podía jurar que Liv tenía la misma mirada perdida al momento de pensar de Lehnsherr. Inclusive, sus ideas respecto a los mutantes eran similares a las de Magneto.

— ¿Pasa algo? — ella se dio cuenta de la mirada intrigante que Charles tenía.

— Nada — con pesadez se frotó la cara con su mano — Hora de dormir.

Antes de salir, en voz baja Liv le deseó buenas noches. Charles no pudo conciliar el sueño tan fácilmente, cualquier mención a Erik le quitaba toda estabilidad posible.

***

— ¿Y los demás?

En la hora del almuerzo, Liv notó la ausencia de los X-Men al igual que la de los maestros. Tomó su lugar entre Maryon y Tessa, con quienes había hecho una conexión especial; las sentía como sus hermanas menores.

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