Capítulo 23

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Apenas se alejaron unos metros de la escuela cuando Alex y Liv se sentaron en una banca. Ella estaba completamente absorta en sus pensamientos. Por su parte, él quería iniciar una conversación pero se mantuvo viendo al frente, esperaba que ella hablara primero.

— ¿Tú...— hablaron al unísono, para luego sonreír.

— Disculpa, tú primero — pidió Liv

— Ah, sólo quiero saber si tú y Peter...

— Sólo amigos — interrumpió a Alex.

— Valiosa información — dijo con la mirada nerviosa. No acaba de comprender qué tenía esa chica para hacerlo sentir de tantas maneras.

— Espero que la aproveches con sabiduría — le guiñó un ojo.

De acuerdo, tenía que admitir que él la hacía sentir nerviosa, pero en el fondo sabía que no podía darse el lujo de tales sentimientos. En tanto, Alex se ruborizó un poco por tal gesto.

— Mi turno, ¿qué sabes sobre Erik Lehnsherr?

— ¿Qué? — Alex no entendió el giro de la conversación — ¿Dónde escuchaste sobre él? — sus palabras sonaron como regaño y su mirada se tornó terriblemente seria.

— Lo escuché de unos chicos — mintió.

— Mierda — susurró y se pasó ambas manos por el cabello — Liv, no debería interesarte un tipo como él. No es alguien que valga la pena.

Sin saber la razón, a ella le dolieron esas palabras y el hecho de no recibir la información que esperaba. Miró por un momento el vaivén de los árboles para encontrar un poco de calma.

— En ese caso — se puso de pie — No hay que seguir hablando del tema, ¿desayunamos juntos?

Dicho lo último, Alex olvidó parcialmente la mención de Erik, pero Liv no. Caminaron regreso a la mansión, a una distancia no muy lejana uno del otro.

***

Con el walkman en uso y alguna canción aleatoria, Liv bailaba alrededor de la cocina mientras acomodaba la loza que se usó en el desayuno. Hank se recargó sobre el marco de la puerta a observar los extraños movimientos que ella hacía, no recordaba que se bailara de esa manera. Liv se percató de su presencia. le sonrió y esperó a que se terminara la canción para saber que se le ofrecía a Hank.

— ¿Dónde aprendiste a bailar así? — Bestia se cruzó de brazos y falló en el intento de esconder una amplia sonrisa burlona.

— Así es como se hace ahora — respondió para hacer evidente la diferencia de edades — Cuando quieras puedo enseñarte.

— Seguro, pero antes, Charles quiere verte.

***

Xavier no podía olvidar tan fácilmente lo sucedido con Liv esa mañana. Hank lo supo, y la mejor respuesta que pudo ofrecer fue que, quizás algún recuerdo bloqueaba la telepatía de Charles.

— Yo no estoy convencido. Sabes que trato lo más que puedo de no leer las mentes de los demás, pero esto me parece muy raro— el Profesor sentía curiosidad y miraba a Liv con los ojos entrecerrados

— Ya les dije, no sé qué pudo pasar.

Con un poco de fastidio Liv se levantó para mirar por la ventana, desde ahí, vio a Peter jugando baloncesto con otros chicos. Al verlo, recordó el secreto que le había dicho, y sintió una especie de revelación. Claro, cada vez que pensaba en Erik Lehnsherr, Charles no podía entrar a su mente. No había otra explicación, el causante de su pérdida de memoria era él.

— Ese maldito — dijo sin temor a que la escucharan.

— ¿Disculpa?

— Perdón Charles pero necesito hacer algo.

— Espera — Hank la tomó por la muñeca para evitar que se fuera — Hay otra cosa que queremos dejar en claro.

— De acuerdo — tomó asiento y trató de calmarse — ¿Qué es?

— Es sobre nosotros — Liv arqueó una ceja — Sobre los mutantes — aclaró el Profesor.

— Cuando te mostré mi mutación, me dijiste que somos mejores que ellos. Supe que te referías a los humanos. — Hank se cruzó de brazos, no le gustaba ser una especie de chismoso pero no podría soportar que Liv escogiera un mal camino, uno como el que escogió Raven.

— No veo el problema al decir la verdad. Lo somos — ella adoptó una postura más recta y un tanto desafiante.

— Liv... No es la forma de... — Charles no sabía muy bien que decir.

— ¿Me van a negar eso? No hay que ser estúpidos para darse cuenta. Nuestra condición genética es el siguiente paso de la evolución, somos mejores.

— No lo vamos a negar, pero esa clase de pensamiento no lleva a nada bueno. Somos diferentes es todo.

— Charles, ellos nos tienen miedo. De otra forma, ¿por qué Hank no puede mostrar lo maravilloso que es? — Hank se ruborizó un poco por lo que dijo Liv. — No puede porque no toleran lo que es diferente, porque se sienten inferiores, porque no aceptan que...

— ¡Basta! — Charler exclamó con algo de furia en su voz. Liv nunca lo había visto exaltado. — Liv, por favor, suenas igual que ...

— Erik Lehnsherr — terminó la oración en un susurro, pues ella también se dio cuenta. Se horrorizó al principio pero supo que la verdad siempre asustaba. Los mutantes eran mejores, punto.

Hank y Charles se conmocionaron un poco al escuchar el nombre e intercambiaron miradas nerviosas.

— Lo escuché de unos chicos por si se lo preguntan. Quise saber más de él pero Alex no me dijo mucho cuando le pregunté.

— Liv, la última vez que un mutante pensó lo mismo que tú, casi provoca una guerra nuclear. Y no fue Erik Lehnsherr. Sólo ten más cuidado en lo que dices.

— No quiero provocar una guerra — murmuró segura — Quizás sea una crisis— declaró con algunas lágrimas a punto de salir.

El saber que Erik le pudo haber causado su amnesia y la pequeña discusión que tuvo hace unos momentos le hacían tener los ojos acuosos. Ambos hombres fueron junto a ella, Hank poso una mano sobre su hombro y Charles le regaló una sonrisa tranquilizadora. En ese momento y sin darse cuenta de la presencia de Liv, Scott entró.

— Profesor ya es hora de nuestro entrenamiento — alzó la vista y se dio cuenta que debió tocar antes de entrar — Perdón, regreso más tarde.

— Lo sé, en un momento vamos — Scott se fue, Charles pellizcó con delicadeza la mejilla izquierda de Liv, acción que la hizo sonreír un poco. — Anda, te mostraremos algo de lo que puedes ser parte.

Charles se adelantó en su silla, Hank tendió una mano que Liv aceptó para levantarse.

— ¿A dónde vamos? ¿De qué entrenamiento hablan?

— Oh, ¿no te lo hemos dicho? Somos X-Men.

Hank sonrió con orgullo, Liv también lo hizo luego de fruncir el ceño.

AQUA Healing HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora