AQUA Healing Heart

Capítulo 36

A medida que el auto avanzaba y el paisaje se hacía más verde, Liv era atormentada por los recuerdos de las últimas horas. Las palabras de Charles, la mirada incrédula y de rechazo de sus compañeros, la sensación de tristeza que provocaba su partida en Alex. Pensar en él potenciaba las ganas de llorar, el pobre chico apenas pudo despedirse y darle la placa de identificación que usó durante lo ocurrido en Vietnam para que lo recordara. El objeto ahora colgaba del cuello de Liv.

— A Summers le sigue gustando meterse en problemas.

Erik llamó la atención de Liv y movió delicadamente la cadena metálica, todo sin quitar la mirada del camino.

— Cualquier chico que se me acerque es un problema, ¿cierto?

Él asintió sonriendo para sí mismo, Liv ya no respondió, pues prefería silenciar esa voz en su cabeza que le decía que jamás tendría la oportunidad de una vida plena, que siempre estaría huyendo. Contuvo las lágrimas, pensó en que no era la única en sentirse así. Aunque su padre no lo demostraba en el fondo libraba una lucha con sus sentimientos hechos pedazos. Por su parte, Nora se sentia a la deriva y tendría que decidir qué haría luego de reunirse con Raven en el lugar acordado.

— Llegamos.

Erik estacionó el auto ante una casa de campo. Liv observó la construcción, preguntándose si sería un hogar definitivo o también saldría huyendo de ahí.

*

— Ni siquiera dejaste que se explicara.

Hank estaba serio y con los brazos cruzados, miraba fijamente a Charles, quien veía inmóvil por la ventana el caer de la noche. Alex y los demás miembros del equipo también estaban presentes. Aun conmocionados por la noticia, pensaban hasta qué punto el ser hija de Magneto cambiaría su perspectiva sobre Liv.

— O al menos que pudiera despedirse de nosotros — intervino Alex — Tan sólo dejaste que se fuera — habló decepcionado.

— ¿Y qué querías que hiciera? — respondió gritando — ¿Recibirlo como si nada hubiese pasado? ¿Preparar té y platicar sobre lo bien que nos ha tratado la vida? — Charles hizo una pausa para respirar profundo — No pondría en peligro a mis estudiantes.

— ¿Recibirlo? — preguntó Scott sabiendo muy bien de quien se trataba. — Deberíamos ir a descansar y discutir esto por la mañana.

— Entonces, ¿odiaran a Liv por el simple hecho de estar emparentada con Erik? — Peter tuvo que preguntar, tanto por su afecto hacia Liv como por el interés de saber si sufriría las mismas consecuencias.

— Odiar es un sentimiento muy fuerte — murmuró Ororo antes de salir primero, y tras de ella los demás

La incertidumbre y el sentimiento de abandono crearon un revuelo en la mente y corazón de Charles, quien apaciguó la situación al servirse más whisky, y así continuó hasta perder la consciencia.

***

Después de una modesta cena sin decir palabra alguna y tras haber acomodado un poco su nueva habitación, Liv no podía conciliar el sueño. Cada vez que cerraba los ojos sentía que aún estaba en la mansión, un lugar en el que ya no era bienvenida. Con fastidio se levantó para dirigirse al pórtico de la casa, algo de aire fresco le vendría bien.

Al llegar se encontró a su padre, mirando hacia el frente y suspirando de vez en cuando.

— ¿Tampoco puedes dormir? — Erik volteó, pues los pasos acercándose fueron evidentes.

— Una nueva casa siempre me trae insomnio — respondió cruzada de brazos para sentarse junto a él.

— ¿Cuento o canción de cuna? — intentó bromear Erik.

— Un hogar, uno del que ya no tengamos que huir — pidió Liv.

Erik miró a su hija con melancolía, la rodeó con ambos brazos como cuando era pequeña y respiró profundo.

— No es un reproche — aclaró Liv acurrucándose un poco más.

— ¿Un lugar permanente? — preguntó y ella asintió — Tal vez podríamos intentarlo aquí — dijo Erik mirando alrededor, siempre alerta, en busca de un peligro inexistente.

Liv no se dio cuenta cuando quedó profundamente dormida, mientras que Erik estaba más que convencido sobre la idea de tener un lugar propio, uno destinado exclusivamente a mutantes. Un lugar donde su hija pudiera estar tranquila y tener lo que él no tuvo, una familia y una vida feliz; sin importar si eso incluía o no a Charles.

Gracias por esperar.