Cap: 1 | 𝐄𝐥 𝐟𝐫𝐚𝐬𝐜𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨

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Palacio Real de Aleric
Aleric, Inglaterra

PRÍNCIPE MICHAEL

La seguridad buscaba con esmero apresurado aquel lugar recóndito e inesperado donde pudiera estar aquel objeto que justo ahora su desaparición aprieta un nudo en mi garganta.
Me escondo detrás de una postura calmada para evitar que el abrupto miedo sobresalga de mis facciones, debía ser transparente en esta situación.

No se en que momento de idiotez le surgió la brillante idea a mi tatarabuelo, el rey Carlos Séptimo que hacerle una extracción de esperma a todos los futuros reyes de las siguientes generaciones era una buena idea para conservar el linaje real.

Es decir, ¿era sumamente necesario?, hasta hoy jamás le vi sentido, ¿por qué debía haber en el palacio una habitación especial donde se guardaban todos los pequeños frascos con el "contenido especial" de cada hombre apunto de convertirse en rey de esta ciudad?

Me hice la extracción hace una semana, y ayer, el maldito frasco se esfumó de aquella habitación.

Se que el pánico arruina los momentos de serenidad plenos y frescos que a veces podemos vivir, como futuro rey debía mantener el control de este extraño momento. Sin embargo, pensar que alguien puede hacer mal uso incorrecto de ese frasco con mi... líquido allí dentro me aterra. 

—¿Quién podría usarlo?, es casi imposible, no creo que suceda— Amber, con completa tranquilidad se me acerca a echarme una mano al hombro en señal de apoyo— Además, nadie sabría qué ese frasco contiene a tus amiguitos.

El tono cauteloso lleno de gracia con el que mi novia menciona aquello definitivamente no me hace sentir mejor.

—Se llaman espermatozoides, Amber, por Dios— gruñí fastidiado, no por ella sino por la aberrante situación— Tal vez nadie sepa que el frasco es mío, pero con el simple hecho de que se encuentre fuera del palacio me llena de inseguridad.

Adopté una posición estresada contra la pared de mi habitación, mis brazos se cruzan y Amber suspira sentándose en la enorme cama con las piernas estiradas.

—Es probable que la persona que lo sacó del palacio lo haya extraviado por ahí, de seguro ya ha de estar en la basura— dice en un intento por consolar mi pena— Deberías relajarte, cariño, en unos días será tu coronación y esta clase de cosas no son lo importante.

Niego inmediatamente sintiendo la molestia recorrer mis sienes e invadiendo mis nervios craneales. Amber buscaba hacerme pensar en otras cosas, supongo que no sabe todo lo que pasa en mi cabeza desde que me enteré hace dos horas de la desaparición del maldito frasco.

—Estoy odiando a mi tatarabuelo en medidas que no puedo contar por inventar esa estupida tradición— rodé los ojos en blanco.

—Si, tu tatarabuelo no fue muy brillante en ese aspecto— su risa inundó mis pensamientos.

Entonces mi madre aparece de imprevisto en el cuarto, y la volteé a ver casi de inmediato persiguiendo el sueño de apaciguar mi acelerado pánico.

—¿Encontraron algo?— Amber es la primera en hablar, mamá respira hondo y asiente, corrí hasta ella.

—¿Y bien?— cuestioné.

Sus pupilas se dilatan, enseguida entra también Pierson, el sirviente mayor del palacio.

—Diles, por favor— ella le indica con delicadeza.

Pierson tose y coloca sus manos atrás de su cuerpo mirándome con atención, después relame sus labios.

BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora