REY MICHAEL
—¿Por qué tardaste tanto?, estaba por irme— Briana es clara en su reclamo cuando me ve entrar al salón, detrás de mi venía Pierson por supuesto, cerramos la puerta y me acerqué a la mesa para sentarme frente a ella.
—Los deberes del rey nunca cesan— respondí, dejando mi vaso con agua helada sobre la misma mesa— Lamento la tardanza, pero me ocupé con unas entrevistas allá afuera.
Cansado busqué relajarme un poco observando a todos lados de la habitación, mi cerebro solo necesitaba pensar con serenidad todo el tumulto de actividades que había realizado el día de hoy y las que me faltaban por hacer el resto de mi vida.
Al momento de la muerte de mi padre, no supuse que tanto podía pegarme la realidad de convertirme en lo que él algún día fue, y a pesar de que llevo toda mi existencia preparándome para ser rey, tener por fin la corona sobre mi cabeza y en mis manos bajo mi responsabilidad no era nada sencillo.
—Lo se, escuché el ruido de esos periodistas— Briana dice apoyándose en la mesa— No hay problema, solo que no entiendo aún porque me citaste aquí.
Asentí y le lancé una mirada a Pierson para que iniciara su labor pertinente.
—Señorita Lynn, déjeme explicarle— comienza este— Aunque usted no forme parte de la familia real, su embarazo representa ahora un lazo con sus integrantes, en este caso con el rey Michael. Por ende, es apta y tiene la obligación de cumplir con ciertos requisitos del protocolo real puesto que tendrá un bebé con nuestro rey.
La mujer alzó sus cejas con suma atención hacia el mayordomo.
—¿Obligación?— preguntó con un deje de sorpresa.
—Así es— continuó Pierson— La ceremonia de los secretos es un acto impuesto por el rey Carlos Séptimo hace un siglo, acto obligatorio para todo aquel monarca en curso y su pareja apunto de convertirse en padres.
—Esperen— ella intervino— Concuerdo con que seremos papás pero él no es mi pareja— me señaló— Y aún no comprendo exactamente lo que es la... ceremonia de los secretos.
Miré a Briana persuasivo por su inerte forma de aclarar que si estamos soportándonos el uno al otro es por ese accidente llamado "bebé" que tendremos en un par de meses.
Chasqueé la lengua con una risita en mis labios.
—Supongo que todos en el palacio saben que lo único que nos une es el bebé, princesa— dije obvio hacia ella— Y no te preocupes, te explicaré mejor— aclaré mi garganta— La ceremonia de los secretos es un acto obligatorio para la monarquía, como futuros padres debemos de cumplir con ello. Pierson se irá, estará afuera esperándonos, nosotros quedaremos completamente solos para poder decirnos todo aquello que no sabemos del otro, considéralo una ceremonia para conocernos mejor.
Briana me fulminó con sus felinos ojos que aún no entendía como poseían ese rasgo tan marcado, que bueno, lo acepto, me resultaba interesante, por no decir atractivo.
—¿Eso es verdad, señor Pierson?— ella se dirige a mi mayordomo quien asiente con la cabeza al instante.
—Lo es, señorita— Pierson responde— Esta ceremonia tiene el propósito de que la pareja apunto de vivir la paternidad pueda confesarse uno al otro esos secretos que jamás se han dicho, todo quedará completa y absolutamente entre ustedes. Sabemos que este caso es algo extraño, considerando que no se conocen en lo absoluto y por lo tanto no son una pareja como tal, pero hay un bebé de ambos de por medio entonces por eso la ceremonia de los secretos sigue siendo obligatoria.
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BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]
FanfictionEn el reino de Aleric la seguridad era sublime e impenetrable, hasta que nadie supo como, quien, o de qué forma se ha filtrado hacia el exterior un pequeño frasco con algo tan privado para el príncipe Michael a pocos días de su coronación como rey. ...