BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]

Cap: 19 | 𝐃𝐞𝐫𝐫𝐮𝐦𝐛𝐞

BRIANA

—¡Pero mírate!, te veías hermosa.

Hice una mueca— Gracias.

—¿Por qué pones esa cara?, ¿prefieres que te hubiera dicho que parecías Shrek?— Phoebe inquirió con gracia a lo que la miré mal, pero el gesto duró poco pues me reí también.

—No es eso— suspiré— Aprecio tu halago, amiga.

—¿Entonces?— enarcó sus cejas.

Relamí mis labios y tuve que voltear hacia otro lado para evitar seguir viéndola y contarle lo que había pasado.

Dos insufribles días habían transcurrido desde la gala benéfica la cual había resultado en una noche extraña, interesante y placenteramente exquisita. Sin embargo, fueron dos días donde las fotos que aquellos paparazzis tomaron se esparcieron en todos lados, imágenes del rey, la reina, invitados y demás, pero al toparse con las fotos donde aparece el príncipe Richard junto a "una misteriosa nueva novia" empezaba el caos.

El internet y las revistas tenían fotos mías sin Richard, preguntándose sobre mi, o de donde provenía, incluso la razón de mi presencia.

El reino de Aleric ahora pensaba que yo era la novia del príncipe y duque de Yorkshire, pensamiento que le parecía divertido a Richard pero a mi no tanto.

Y que decir de Michael, quien apenas me dirigía la palabra desde qué pasó lo qué pasó en mi habitación. Su actitud seca, distante y extraña me hacía dudar de las mil cosas que sucedieron, si habían significado algo o solo era parte de su castigo, venganza o locura.

Dicen que las mujeres somos complicadas, pero no saben que también los hombres podían ser un difícil rompecabezas para armar.

—No lo entenderías, Phebs— me recargué en la silla con cierto estrés creciendo en mi cabeza de tanto pensar.

Estábamos en una heladería de Aleric, por fin concordamos para venir y pasar tiempo juntas, pero claramente no podía faltar el largo cuestionario de cómo la pasé durante la gala, que sucedía con Richard y demás.

—No puedo entenderlo si no me dices qué pasa— ella termina su helado comenzando a comerse el cono que era de chocolate— Últimamente ya no me cuentas nada, es como si yo fuera una extraña a quien tienes miedo de decir que te sucede. Antes no eras así, Briana.

Un nudo se instaló en mi garganta por la reflexión y los sentimientos de mi amiga, dentro de mi sabía que tenía razón, pero ni yo misma se que está ocurriendome.

—Lo siento mucho— gruñí por lo bajo restregando mis manos en la cara— Han pasado casi dos meses desde que inició toda esta travesía en mi vida, lo de mi embarazo, Michael, mudarme al palacio, esconderme de los demás para que no se sepa que el rey tendrá un bebe, etcétera— volví a suspirar con pesadez— Creí que mi embarazo comenzaría mejor de lo que fue.