Cap: 37 | 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐧𝐜𝐢𝐥𝐢𝐚𝐫 𝐥𝐚𝐬 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚𝐬

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LADY BRIANA

Tantas cosas que esperaba y en realidad ver a Amber luego de cinco meses, justo aquí, no era una de ellas. Cerré la boca inmediatamente después de que pude asimilar la impresión que me causó verla.

—¿Qué haces aquí?— pregunté un poco pasmada por su presencia— Creí que estabas en Manchester.

Suspiró fuertemente y entró cerrando la puerta de la habitación. El ambiente cambió a un aire fresco, extraño pero aparentemente nuevo.

—Me han devuelto mi título de "princesa"
ahora que arrestaron a mi padre por fraudes al reino, por lo tanto tengo que volver a asumir mis responsabilidades como parte de la realeza— alzó sus hombros— Anoche regresé a Aleric porque necesitaba hablar con mi tía Charlotte y con todo el mundo— pausó unos segundos, entonces relamió sus labios— Cuando iba llegando al palacio encontré a todos en la sala principal. Vi los videos, Briana, se lo que te sucedió, por eso estoy aquí.

Fruncí mi ceño desconcertada después de escucharla, tragué saliva porque el hecho de que estuviera aquí no tenía aún un motivo real. Lo peor de todo, era que sabía las horribles noticias.

—¿Y vienes a reírte de mi?— cuestioné a la defensiva, me sentía sensible— Al final tenías razón, Michael no era el padre.

Amber bajó la cabeza, se acercó a la cama donde me hallaba sentada, y se cruzó de brazos.

—Nunca podría reírme de algo así— dijo regresando a mirarme— Se que nunca nos llevamos bien, pero no voy a festejar esto.

—¿Quién te dejó venir?, ¿la reina?— la frené, con un deje de incomodidad e ignorando su anterior comentario.

—Uh... si, ya he hablado con ella— admitió— También he hablado con Michael, él...

—¿Tú sabes dónde está?— inquirí de inmediato con un toque de esperanza, pensando en que aún estaría en el palacio, pero después entendí todo, mi pecho se contrajo— ¿Estuviste con él, cierto?— mis ojos se humedecieron— ¿No ha contestado las llamadas de su madre porque ha estado contigo?

Ella dibujó una mueca con sus labios, asintió dos veces, y lo supe todo, me di cuenta de todo. Maldición.

Ellos habían vuelto, Michael y Amber habían retomado su compromiso. Por eso estaba aquí, para restregármelo en la cara.

—Yo le dije que respondiera, pero es tan terco que apagó su celular.

—Amber— reí con ironía, la desilusión invadía mi corazón lentamente— Si vienes a decirme que están juntos de nuevo será mejor que te vayas— señalé la puerta— Créeme que no me interesa, ya me han pasado muchas cosas malas como para que aún tenga que escuchar...

—Oh, pero no pienses mal— me interrumpió en automático— No es lo que estás imaginando, si estuve con él, pero mientras lloraba amargamente en su oficina en Aleric, destruyó su escritorio después de golpearlo con un bat de béisbol. Lo seguí anoche después de que saliera corriendo del palacio, se puso muy ebrio— Amber suspiró— Michael está muy mal, Briana, en verdad la está pasando mal.

Mi cabeza se llenó de coraje por alguna razón, porque mientras yo recorría este camino de dolor sola, él estaba con ella, consolándose.

—Se que probablemente en este momento estes creyendo que me aproveché de la situación, pero la realidad es que no— Amber volvió a hacer una mueca— Independientemente de todo, Michael es mi mejor amigo, y yo su mejor amiga, necesitaba apoyo, aún lo necesita.

BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora