BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]

Cap: 23 | ¿𝐋𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞𝐥 𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞?

REY MICHAEL

—Sublime es la presencia de cada uno de los dirigentes más importantes del mundo, sublime es su dedicación y esmero, sublime es la forma en la que despedimos al rey Oscar de Albania, al rey Héctor de España y al rey Michael de Aleric.

Dijo el primer ministro de Inglaterra.

Poniéndonos de pie al igual que el público el salón completo nos dedicó aplausos, saludamos a todos mientras los paparazzis se lanzaban y hacían pasó entre los presentes para tomar fotos, videos y noticias sobre el día de hoy.

La cuarta entrega de avances mensuales acerca de mejoras en el país había tenido lugar hace menos de una hora, mis buenos amigos dirigentes de sus propios reinos viajaron hasta Aleric para realizar esta magna actividad juntos, ya que hemos trabajado en ello como unión desde hace meses.

Me despedí de ellos con la mano para agilizar las cosas, esta clase de eventos se volvían un desastre por la cantidad de personas del gobierno que asistían y los periodistas, reporteros o programas de televisión que acaparaban el momento.

Cada monarca se fue por su propio lado, mis escoltas de seguridad se encargaron de rodearme armando un círculo para salir de aquí sin que nadie se me acercara más de lo que estaba permitido.

—¡Rey Michael por aquí!

—¡Su majestad, una foto para la BBC!

—¡¿Nos permite hacerle unas preguntas, señor?!

—¡Rey Michael espere!

Los gritos desesperados de los paparazzis atosigaban siempre, ignoraba atenderlos porque la mayor parte del tiempo aquellas entrevistas que hacían eran tergiversadas y editadas demasiado por ellos mismos, dañando la imagen de la persona, por eso odiaba un poco a los reporteros y los medios de comunicación sensacionalistas.

Mis guardias de seguridad lograron ingresarme a la limusina real donde llegamos, el equipo se subió y el chofer arrancó antes de que ocurriera otra cosa.

Al fin pude respirar detenidamente.

—El evento resultó excelente, su majestad— mi asistente Verónica habla, se sentaba frente a mi en el auto— Los números y gráficas de mejoras son mucho más elevadas este mes que el anterior, significan un gran progreso para Aleric y para los países de los otros monarcas.

—Lo sé, me alegra estar haciendo un buen trabajo— suspiré aflojando levemente el nudo de mi corbata— La ayuda y unión de Héctor y Oscar en este proyecto fue muy útil.

—¿Les hago llegar una invitación para la siguiente entrega de avances mensuales?— pregunta ella.

Relamí mis labios mirando la hora en mi reloj de mano, era el medio día.

—Si, Verónica, por favor— confirmé— Por cierto, ¿enviaste las flores a la señorita Lynn?, no quiero retrasos, te lo dije bien.

La chica asintió de inmediato y revisó en su tableta digital algunas cosas.

—Claro que si, señor, el ramo de flores fue entregado a la señorita Lynn hace media hora, a las 11:30 am, justo como usted lo pidió.

Me crucé de brazos.

—Perfecto— murmuré.

Había sido una semana bastante desalineada y algo catastrófica, sinceramente lo menos que habría esperado era pasar por una situación así, por una situación que ha caído desde el cielo para mi, pero que sin dudar afectaba desde los pies hasta la cabeza a Briana.

Y no dejaba de preocuparme.

Cuando piensas en el dolor no siempre tomas en cuenta los grados en que las cosas pueden llegar precisamente a eso, a doler. El dolor físico molestaba, pero el dolor emocional asfixiaba, y era justo lo que estaba acabando con ella, el dolor, que combinado con la angustia, ansiedad, desesperación, miedo y culpa hacían de su vida un embrollo que ha explotado apenas hace cinco días cuando se desmayó.