Cap: 24 | 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐰 𝐑𝐞𝐞𝐝

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REY MICHAEL

—Sus majestades, me es un honor darle la bienvenida a uno de los dirigentes más importantes de Inglaterra, su alteza real Andrew Hollister Reed, rey de Manchester.

Portando una de las capas y trajes seguramente más caros que existían sobre la tierra del Reino Unido, mi tío, el rey Andrew ingresa por las enormes puertas del palacio luego de ser presentado por la sonora voz de mi mayordomo Pierson.

Todos, incluyendo la servidumbre había venido hasta la entrada para recibir al hombre quien al poner un pie aquí fue abruptamente abrazado y llenado de besos por Amber, en cambio Richard solo se había acercado a palmear la espalda de su padre.

El ambiente mantenía un aura controlada pero también densa, el hecho de tener a mi tío pisando el mismo suelo que nosotros representaba una firmeza y un respeto que solo un rey con años en el trono podía tener.

Me gustaría que algún día mi reino y los reinos vecinos me tuvieran el mismo respeto que a alguien como él.

Se acercó a mi madre y a mi, quienes nos parábamos con una buena postura para saludarlo, mientras que la servidumbre permanecía atrás de ambos formando una fila ancha.

—Andrew, que gusto verte— mi madre le saluda con dos besos en las mejillas como toda una dama de la realeza, mi tío sonrió un poco al verla.

—El gusto es mío, Charlotte— le responde ameno.

De inmediato se gira hacia mi, observándome de pies a cabeza. Por la sensación del momento enlacé mis manos por delante, queriendo demostrar aún más firmeza de la que me distinguía, cabía recalcar que el traje real que estaba usando me apretaba un poco de la chaqueta, lo cual me incomodaba pero nada lo hacía más como los ojos de mi tío sobre mi.

Encuadrándome, analizandome y escudriñandome.

La relación con él siempre había sido tensa hasta que Amber y yo comenzamos a salir y prometí convertirla en reina de Aleric.

Alzó sus dos cejas después de mirarme entero, tragué saliva.

—Vaya, vaya— soltó una risita— Pero mírate nada más, querido sobrino, ahora eres todo un rey.

Su abrazo repentino me sacó del transe que su presencia me había causado, no le correspondí porque por encima de su hombro Amber me hacía señas de que siguiera el plan tal cual lo planteamos, asentí parpadeando varias veces.

—Tío Andrew— carraspeé mi garganta al separarnos, hice una reverencia con mi cabeza— Bienvenido al palacio.

El resto aplaudió de la nada, como un símbolo más de respeto hacia él, quien aleteó las manos para decir que no era necesario.

—En fin— esta vez sonrió de oreja a oreja— Que bueno es estar aquí— extendió sus brazos a los costados en un ademán— Pisando nuevamente tierras Alericanas, y visitando a mi cuñada, mis hijos y mi sobrino, quien pronto también será mi yerno, ¿no es así, corazón?

El hombre voltea hacia su hija, quien llega corriendo hasta nosotros de inmediato.

Amber abrazó por la cintura a su papá.

—Claro que si, papi— rió fingiendo ternura— ¿Verdad, Michael?— me preguntó abriendo los ojos en grande para mi.

Tragué saliva cuando todas las miradas cayeron en mi anatomía, sentí como todo el mundo esperaba una respuesta mía dudosos, puesto que nadie sabía sobre el plan de Amber, que se había vuelto mío también.

El palacio entero conocía mi rompimiento con ella gracias a la llegada de Briana, así que esta conversación era en definitiva una "noticia" inesperada.

BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora