Cap: 3 | ¿𝐐𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐟𝐮𝐞 𝐩𝐞𝐨𝐫?

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BRIANA

Mis piernas y bajo vientre dolían levemente pareciéndose a la sensación de una aguja de inyección penetrando tu piel, no era nada grave ni molesto, y aunque lo fuera se que valdría completamente la pena.

Phoebe me trajo a casa después del procedimiento que su padre me realizó, la cual resultó fácil, de acuerdo a sus indicaciones después de 24 horas podré hacerme una prueba de embarazo y si la implantación del esperma fue exitosa, bueno, seré mamá en unos cuantos meses.

Antes de acostarme a dormir esta noche la felicidad resguardada en mi pecho latía sin medida al compás de mis respiraciones. Supongo que jamás en mi vida me sentí tan feliz en un mismo día, y ni siquiera se aún con certeza si el tratamiento ha funcionado, pero la fe que yacía impregnada en mi corazón no la doblegaba nada.

Mi intento calmado por conciliar un sueño reparador y recuperarme se fue al caño cuando la puerta de mi casa fue golpeada en repetidas ocasiones espantando mi estado de relajación, y por supuesto alarmandome.

Observé el reloj fijo en la pared de mi habitación, este marcaba las 2 de la mañana, mi ceño se frunció, no solo por la hora sino de igual forma por los golpes en mi puerta principal que no cesaban. Decidí armarme de valor crudo, tomar mi bata de dormir junto a la cama y enfrentar a quien sea que estuviera molestando mi noche.

Bajé las escaleras, llegué a la entrada de la casa y con cuidado abrí después de quitar todos los sellos de seguridad.

Un par de hombres se aparecieron frente a mi, vestidos en trajes elegantes y de color negro, parecían la clase de personas misteriosas que asesinan gente en las películas. Tragué saliva con dureza clavando mis ojos en ambas personas totalmente serias.

—¿Usted es Briana Lynn?— preguntó uno de ellos.

Asentí con la cabeza sin demostrar temor alguno.

—¿Quiénes son ustedes?, ¿No saben que es de mala educación molestar a las personas en altas horas de la madruga...

Fui brutalmente interrumpida en el segundo en el que uno de ellos, el más alto, llegó hasta mi y me tomó por las piernas cargándome hasta colocarme boca abajo sobre su hombro. Claro que grité con desesperación pero el mismo tipo colocó su mano en mi boca evitando que alguien me oyera.

Genial, jamás me habían secuestrado, y era lo último que me faltaba.

El otro hombre cerró mi casa y corriendo pude notar como nos alejamos de mi hogar hasta encontrarnos con un auto estacionado detrás de un árbol. Abrieron una puerta de atrás y quisieron introducirme ahí, por supuesto que di patadas, gritos ahogados y mis brazos volaban con ahínco para tratar de safarme de este embrollo.

Fue inútil porque aún así lograron tirarme sobre los asientos traseros y encerrarme. Al instante ambos tipos se subieron enfrente y arrancaron el vehículo cuál competencia de carreras. Claro está que quise abrir y escapar varias veces pero fue en vano debido a que las dos puertas estaban completamente aseguradas.

Justo ahora soy una damisela en aprietos, estoy siendo raptada por dos hombres y por alguna causa que no era de mi conocimiento. ¿Habré olvidado pagar alguna deuda?, ¿molesté a alguien indebido?

Cientos de preguntas rondaban mi cabeza mientras avanzábamos, el corazón me latía tan rápido que pareciera que fuese a salir disparado de mi pecho, ni siquiera podía gritar porque probablemente empeore la situación, es lo que sucede en las películas. Largos minutos después el auto se detuvo frenéticamente.

Y miré hacia arriba tratando de adivinar en donde nos encontrábamos. ¿Parecía un palacio?

—Venga con nosotros— interrumpieron mi acción cuando uno de aquellos hombres se dejó ver por la puerta, inmediatamente me negué.

BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora