~01~

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—¡Mina, estamos de regreso!—Anunció Kirishima en cuanto atravesamos la entrada de la oficina.

—Un segundo, estoy en medio de una llamada—Dijo la pelirosa entrando a la habitación y señalando el teléfono que tenía en mano mientras cubría la bocina del mismo.

Yo caminé hasta el mullido sofá individual que había en la habitación y me dejé caer de espaldas. Estaba agotado y apenas eran las siete de la tarde.

La luz de la lámpara que colgaba en el techo me molestaba, así que con uno de mis brazos cubrí mis ojos y suspiré profundamente mientras mis pensamientos se dejaban llevar al breve momento que estuvimos en el bar.

Seguía sin entender qué era lo que los idiotas veían de sospechoso en Izuku y por más que lo intentase, no encontraba nada más allá de algunas características de su persona que lo relacionará con el caso.

Era frustrante.

Pero no tan frustrante como los dos nuevos reportes de estafa.

—¿Estás bien, Bakubro?

—Sí, sólo estoy cansado de esta mierda—Respondí sin cambiar mi posición—¿Cuánto más piensa tardar Mina?, quiero largarme a mi departamento.

—No creo que más de unos minutos—Contestó Kaminari y le sentí pasar frente de mí en dirección al sofá para dos personas.

Necesitaba respuestas y también una ducha, una que me quitara de la cabeza la frustración que sentía.

—Lo siento, muchachos, acabo de hablar con Aizawa—La voz de la única mujer del grupo resonó en las paredes del lugar—Sero me ha pasado los nuevos reportes.

—¿Y bien? Solo estoy aquí por eso.

—Bien, pues al parecer algo hemos estado haciendo mal, pues ayer y hoy hemos recibido nuevos reportes de estafa—Solté un bufido exasperado—Los hechos ocurrieron hace una semana y según los testimonios, no han sido grandes cantidades de dinero, pero eso no es lo importante, lo importante es que han estado actuando frente a nosotros.

—Pero ¿Cómo? Hemos estado recorriendo todos los rincones de la ciudad y no hemos visto a nadie lo suficientemente sospechoso como para hacer algo

—Fue por eso que Aizawa me habló—Está vez me incorporé y la miré esperando a que hablará—Me ha dicho que por eso mismo no han logrado dar con el culpable, pero...

—¿"pero..."?

—Las características se han repetido una vez más, y a su vez son muy diferentes.

Interesado en lo que Mina decía, me levanté de la comodidad del sofá y me dirigí al escritorio, donde descansaban las hojas de los reportes nuevos, y pronto los tomé entre mis manos para leerlos a detalle, o bueno, tal vez no tan a detalle.

Me salté todo lo innecesario que tenía que ver con el dinero y esas cosas y me fui directamente al apartado donde se describían las características dadas por los afectados.

El primer reporte, entregado el día de ayer, tenía como características generales la baja estatura, y la piel blanca; mientras que el segundo reporte, entregado hoy, mencionaba una altura promedio y piel aceitunada; otra vez características totalmente diferentes.

Suspiré aliviado al ver que ninguno mencionaba algo acerca de pecas. No entendía muy bien porqué, pero era como un punto a favor a mi negación a sospechar del barman.

—¿Cómo diablos no tienen más información de sus rostros? ¿La gente es ciega, acaso?

—Me he preguntado lo mismo—Dijo la voz de Sero irrumpiendo en la habitación.

Detective || KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora