Detective || Katsudeku

~19~

Katsuki POV

•Lunes •

Si tuviese que describir con una palabra la mañana del lunes con seguridad diría: pesada.

Estaba de mal humor desde la tarde anterior, ¡y es que odiaba como una mierda el ser interrogado!, y no sólo había sido interrogado por los idiotas con los que pasaba mayor parte de mí tiempo, sino que los viejos que tenía por padres también lo habían hecho.

Recordaba a la perfección todas las cosas que la vieja bruja me había dicho acerca de Deku y lo mucho que le había agregado; también recordaba la manera en la que se había negado a resolver las preguntas que tenía con relación a la amistad con su madre, la mujer que había visto en el retrato de la casa de Deku y la misma de la que pocos detalles había obtenido mediante a este último; y claro que recordaba las palabras clave que dijeron durante la comida.

Y por supuesto, aunque antes de decirlo me golpearía la cara contra la pared, me sentía rechazado por el imbécil pecoso; es decir, podía soportar que me dijera en privado que en realidad no quería un relación, pero escucharlo aclararlo con los demás cuando evidentemente nuestra "amistad" no era normal, me había pegado justo en el orgullo.

Mi disgusto matutino se acrecentó cuando al girar el pomo de la oficina me encontré con los cuatro tontos sentados uno al lado del otro, esperándome con una sonrisa ladina.

—¡Iugh! Yo me largo—Dije pretendiendo retroceder y cerrar con llave, pero estos tipos tenían todo planeado y en menos de un segundo Mina me sujetaba de la manga del saco—¡Ay, por favor! ¿No podían esperarse, cierto?

—Bakugou, sabes que soy quien menos se entromete en su vida—Habló Sero con un tono demasiado solemne para mi gusto—Pero creo que esta vez necesitamos hablar en serio.

—¿¡Eh!? ¿Desde cuando debo darles explicaciones de mi vida, idiotas?

—No lo tomes como darnos explicaciones, Katsubro—Interrumpió Kirishima con cautela—Tómalo como una charla con amigos que siempre te apoyarán en todo y en quiénes puedes confiar.

—¡Vamos, Bakugou! ¡Llevamos diez años siendo amigos!, no es posible que no sepas de sobra que lo que dice Ejirou es cierto—Me dijo la tipa que me sostenía del brazo.

Y tenía razón, lo sabía de sobra.

Resignado, suspiré, agité mi brazo para hacerle a entender a Mina que ellos habían ganado -una vez más- y cerré la puerta a medio abrir.

—Ya sé lo que dirán, no es necesario que pregunten en qué jodido momento ocurrió todo porque ni yo mismo sé.

—¿Por qué ocultarlo?

—No quería abrir la estúpida boca hasta que no hubiese nada concreto—Respondí dejando claro el mensaje entre líneas y mirándolos uno a uno. De alguna manera la charla forzada me ayudaba un poco a ordenar mis ideas—Y como pueden ver, no estaba planeado que nadie se enterara.

—Tengo muchas ideas sueltas en la cabeza—Habló el Pikachu llevándose las manos a los costados de la cabeza con un gesto que pretendía ser dramático y divertido a la vez—Perdón que lo diga, pero, me es difícil entenderlo y me es extraño escucharlo, es decir... ¿un tipo como tú enamorado de otro chico?, es sorpresivo cuando nunca antes te habías interesado en un hombre

Incomodidad, escuchar aquello fue incómodo.

—¿¡Ahh!? ¿¡Y qué estúpidas características debería de tener para que lo creas, maldito Pikachu!?—Respondí a la defensiva, aunque sabiendo en el fondo que las intenciones de su comentario no eran malas.