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Katsuki POV

Sentado sobre el mismo sofá de siempre miraba con fatiga la molesta cara del pelos de mierda mirarme inquisitivo. Había pasado una jodida semana en la que no había actuado de manera sospechosa ni de ninguna forma que evidenciara mi descontento y ahora parecía que de la nada había hecho alguna tontería que le había hecho pensar que algo andaba mal conmigo.

O esa era la absurda excusa que me había intentado colar, pues evidente era que desde la semana anterior ninguno de ellos le había dejado de dar vueltas a mi comportamiento inusual; eso, aunado con lo que mencionó Shinsou acerca de hablar del tema a mis espaldas, confirmaba mi suposición que solo buscaba sacar el tema a colación.

Y estaba harto de verlos intentarlo de manera sutil.

—Bien, ustedes ganan—Dije con fastidio ignorando que Mina se alejaba a la esquina de la habitación para responder una llamada—¿Qué quieres saber, pelo pincho?

—¡Ya era hora!—Exclamó Kaminari pero tampoco le presté atención.

—¿Nos contarás que pasó? La semana anterior estuviste con un humor de los mil demonios—Interrumpió Sero—Quisimos darte tu espacio, pero a todos nos preocupó verte de esa manera.

—¿Qué pasó con Izuku?—Preguntó directamente el Pikachu, haciéndome sentir un escalofrío al tan solo recordar.

—Sí, Blasty—Siguió Kirishima—Sospechamos que algo pasó con él y por eso estabas así, dinos, ¿hablaste las cosas con él?

Me mantuve en silencio unos segundos, mirando las aspas del ventilador de techo girar de manera monótona mientras en mi cabeza buscaba las oraciones correctas para no prolongar la conversación más de lo necesario, y es que aunque consideraba que era pertinente hablar del tema -por fin- con los tontos que tenía por amigos, aún no sentía haberlo superado.

Y era una estupidez, una tontería, un fallo en mi naturaleza. Yo jamás había extrañado tanto a nadie y me jodia profundamente que aún después de dos semanas siguiera sintiendo las asquerosas ganas de buscarle de nuevo e intentar "arreglar" las cosas.
Todas esas veces que mencioné odiar sentirme como un niñato enamorado se quedaron cortas cuando comencé a sentirme como un tarado incapaz de superar al pasado, y no hay que mal entenderlo, tampoco era alguien que podría considerarse invasivo o posesivo de mierda, no, joder, yo podía vivir perfectamente bien con su ausencia cuando él tenía algo que hacer, quería estar solo, estaba ocupado o yo necesitaba enfocarme en el trabajo, pero ahora era completamente diferente y ni siquiera en mis tiempos libres tenía la oportunidad de verlo o intercambiar mensajes con él. Y si antes dos días de no vernos en lo absoluto fueron suficientes para comenzar a echarle de menos, ahora que habían pasado dos semanas enteras sin el más mínimo contacto no había hecho más que echarle de menos como no sabía que podía hacerlo.

Al menos ahora sabía que extrañar a alguien era jodido como una mierda.

—Lo hice.

—¿Y bien?

—Lo mandé al carajo.

—¿¡Qué hiciste qué!?

—Joder, no griten—Pedí en medio de un gruñido—¿Y no fueron ustedes los que dijeron que debía ser claro y tener presente lo que no quería?

—Oh, bueno sí, pero ¿mandarlo al carajo?

—Kirishima tiene razón, ¿no fue mucho?

—Que yo recuerde ninguno de ustedes tres estuvo ahí, idiotas.

—No, pero...

—¿Pero qué, cintitas?

—Bueno, creo que hablo por todos cuando digo que realmente parecías interesado en él—Los otros dos apoyaron sus palabras con un movimiento de cabeza—¿Tan mala fue la conversación como para que terminaras botandolo?

Detective || KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora