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~ [Tres años y un poco más tarde]  ~

Katsuki POV

Regresar a Japón después de haber estado fuera por más de tres años era extraño.

Las casos resueltos en el continente americano habían sido un jodido dolor de cabeza y además nos habían puesto en riesgo más de una ocasión -gracias a uno de ellos ahora tenía una cicatriz en el hombro- , pero finalmente terminaron por resolverse de manera efectiva. Y justo después de entregar el último caso, decidimos que era buen momento para regresar al país que nos vio crecer.

He de admitir que mi vida había cambiado bastante al estar en países completamente diferentes a lo que conocía. Para empezar, había experimentado múltiples choques culturales, cambios de residencia y mi perspectiva de ver el mundo había cambiado; pero eso no era todo, yo mismo ahora me sentía como una persona diferente; mi carácter temperamental había disminuido un poco y ahora mi humor era mejor. Me sentía pleno en casi todos los aspectos de mi vida y aquellos cambios habían sido gracias al apoyo de una psicóloga que había conocido en Canadá y me había brindado ayuda vía online cuando cambiamos de país.

El único aspecto que no me tenía conforme era mi vida amorosa.

Nejire Hadou, la psicóloga que residía en Canadá a pesar de ser japonesa, me había dicho en algunas ocasiones -en las que charlamos como amigos y no como psicóloga y paciente- que en algún momento encontraría a alguien que me complementará y me hiciera bien, pero a pesar de darle la razón, yo sentía que eso no pasaría, o al menos no pronto.

Deku nunca había salido de mi cabeza.
Quiero decir, no era un traumado ni un obsesionado de mierda, claro que había tenido citas con diferentes personas, pero ninguna me había hecho sentir lo que el maldito barman que conocí una tarde de marzo hizo.

Tampoco me acordaba de él todo el tiempo, solo eran momentos en los que de la nada su recuerdo llegaba a mi cabeza y me preguntaba que había sido de él después del embrollo de las estafas. Me olvidaba de él casi todo el tiempo y lo recordaba cada que veía cosas de superheroes, miraba las noticias de Japón, escuchaba alguna melodía que colocaran en la radio o en el supermercado que perfectamente podría encajar con su tono de voz, y/o cuando conocía algún extra que tuviese ojos verdes.

Había estado con personas inteligentes, casi perfectas, pero igual con ninguna tuve el ferviente deseo de establecer una relación duradera. Y de la misma manera, me había encontrado con cada loco que me había hecho perder los estribos.

Mi estadía fuera del país había sido toda una travesía que por supuesto que recordaría de por vida, pero consideraba que era tiempo de volver a casa.

—¡Es bueno estar de vuelta!—Expresó Mina estirándose en su asiento una vez el avión comenzó descender. Al mirar a los demás noté que al parecer yo era el único que sentía el regreso como algo extraño y un poco atemorizante.

—Me alegra tanto volver a casa—Comentó Kirishima con una sonrisa llena de emoción—He extrañado tanto a mi familia.

—Yo ya quiero ver a todos de nuevo—Dijo Sero para después sacudir el hombro de Kaminari con la intención de despertarlo—¿Qué tal si esta noche salimos a algún sitio a beber y a reunirnos con los amigos?

—Tsk, se te olvida que no todos tenemos la misma energía que tú, cintitas.

—¿Te he dicho que aún después de tres años no sé porqué me llamas así?—Le respondí levantando los hombros con desinterés—Pero está bien, podemos ir el fin de semana si gustas.

Detective || KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora