-Estás enojado.
Mis ojos, los cuales se habían cerrado tras aquella sencilla caricia, se abren al sentir como aquel tacto con el que he soñado durante días desaparece de mi piel.
-Y tú borracha.
No sabía el poder que tiene en mi tan solo un toque...
Distintos sabores en el alma de Abdel Martins se habían mezclado en el instante que aquella mujer pelirroja había atravesado su corazón como una bala feroz quedándose dentro de su sistema sin poder sacarla de ninguna forma, cuando rompió lo que había entre los dos. Él estaba seguro que Adhara era algo más que sexo, algo algo mucho más que eso.
El destino, la casualidad o lo que sea que haya hecho que él y Adhara se conocieran había hecho un buen trabajo, y está haciendo un buen trabajo. Pues, ha juntado dos personas que necesitaban conocer el amor verdadero, aquel que a pesar de todo es para siempre.
Aquel último beso en el ascensor solo había marcado el final de una aventura y el inicio de un verdadero romance entre los dos; a pesar de las negaciones de Adhara y el miedo en tener algo con él su resistencia le fallará en cualquier momento por aquel hombre que está dispuesto en entregarlo todo. Aún así, sus actos han causado una gran herida en Abdel, lo ha lastimado; es irónico porque para ella estar con él hubiese sido mucho peor.
Nuevos problemas llegarán, pero es decisión de Adhara no dejarlo ir y mostrarle su dulce amor.
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