| Capítulo 18 |

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Pedazo de pendeja.

"Fuiste como cualquier otro vicio, tan difícil de dejar"—Belosnezkha. 

🦋

Adhara. 

Aquí hay algo extraño. Sé muy bien que Marjorie desde que entendió que no todos los hombres piensa en un amor eterno y que eso no era su culpa, se ha comportado de una manera diferente: cree más en ella, y por así decirlo, parece estar mejor sola que acompañada, como una vez lo estuve yo. Pero hoy está algo... extrañamente exaltada y no digo que eso sea malo, todo lo contrario, pero es como si esa felicidad es por algo o alguien. 

—¿Por qué me mira así? —preguntó, con una sonrisa y uniendo sus cejas. 

Me escojo de hombros dejando de cortar la jugosa fresa.

—Hoy estás reluciente, como el collar que cuelga de tu cuello. Me encanta verte así. 

—Gracias. ¿Verdad que está bonito? —dijo llevando su mano a él. Parece pensar en algo y sonríe para luego mover su cabeza levemente en forma de negación—. Fue un pequeño gustito que me quise dar, ya sabes, uno se mata trabajando y aun así se nos olvida consentirnos. 

Ese collar me parece algo conocido, pero a de ser uno que haya visto por ahí, lo que sí puedo decir es que de seguro tuvo que ahorrar mucho para obtenerlo ya que no se ve barato, pero como dijo ella, una se mata trabajando y no nos consentimos; se lo merece. 

—Tienes razón —contesté— . Oye, ¿crees que a Michelle le guste la cena que estamos preparando? Tú sabes que ella se la da en jipirisnais, y todo eso. 

Dije en un susurro, no venga a hacer que me escuche y explote. Estamos tratando de llevarnos mejor con ella, sigue siendo el plan de Lily y ahora también de Rubí, por supuesto que no iba a ser mío. 

Marjorie se echa a reír. 

—Le va a gustar, le va a gustar. Se ha dejado amansar poco a poco, sino no estuviera aquí —respondió Marhoire. 

—La paz es mejor que la violencia, recuerden eso, chicas. 

Marjorie y yo nos exaltamos al escuchar la inesperada voz de Rubi, quien ha entrado a dejar unas tazas sucias que hace unos minutos se había llevado con café. 

—No sé porque rayos estamos haciendo esto, ella no me da buenas espinas para nada. Tú deberías saber eso Rubí, tú también aguantaste sus burlas y críticas, ahora te trata mejor porque estás con Javier, ¿no es lo suficientemente obvio? —dije, cuestionando la situación. 

Me parece una verdadera estupidez todo esto.

—A veces hay que... 

—¿Perder la cabeza y humillarse ante alguien que nos humillo? —Me volteé hacia ella para mirarla con mi ceja izquierda enarcada.

—Rubí, yo también estoy de acuerdo en lo que dice Adhara, solo hago esto por ti y para ver cuanto dura todo esto. Pero ya, continuemos cocinando y tu vete atender a Michelle para que no le dé algo allí sentada. 

Ojala y me esté equivocando con respecto a Michelle, pero lamentablemente las personas como ella no cambian de la noche a la mañana, de eso estoy muy segura. Su repentina amabilidad es igual de hipócrita que su forma de comportarse cuando ve a Abdel más que cualquier otro jefe de algún departamento de la agencia. 

No quiero portarme como una inmadura, así que volví a establecer una conversación con Marjorie nada referente a la víbora que esta sentada en la sala de Rubí; a los pocos minutos llegó Lily y se nos unió en la cocina pero no le contamos del pequeño debate que tuvimos antes de que llegara. 

Sweet love© (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora